"De cada diez preguntas, ocho van a la víctima": la sumisión química desde los ojos de Javier Pereira, director de 'Suelta'

Madrid

Alba se despierta una mañana junto a dos chicos. Sabe que ha pasado algo, pero no recuerda nada. Solo una extraña sensación que no logra definir. Mientras trata de averiguar que fue lo que pasó, todo el mundo a su alrededor opina sin saber y enjuicia a las primeras de cambio. Es la historia que cuenta el director Javier Pereira en el cortometraje 'Suelta'. Un trabajo que, de momento, se ha ganado la mención especial a la Mejor Dirección en la Semana de Cine de Medina del Campo, el premio del Público y el de Mejor Realización en el Festival de Benidorm y a Mejor corto en la Plataforma de Nuevos realizadores de Madrid.

Son tres las razones que han hecho que Pereira se decidiese a consumar su estreno como director con un trabajo sobre la sumisión química: tratar un tema de actualidad que le preocupaba, la posibilidad de reflejar el concepto del cotilleo, "tan típico en España" y, también, el "aportar" su granito de arena a una realidad a la orden del día. "Me pregunté: '¿Y si intento aportar lo que veo yo, la manera en la que nos hemos comportado y cómo hemos ido mejorando?'", ha reconocido Pereira. Por encima de todo, dice, "irritar, hacer pensar y reflejar los entresijos de una generación".

"¿Por qué el tío puede decidir si parar y la tía no?"

Al hablar de la sumisión química, ha reflejado Pereira, "de cada diez preguntas que nos hacemos, ocho van a la víctima y dos al agresor". Una realidad que no comprende y que ha querido plasmar en su corto. "¿Por qué el tío puede decidir si parar y la tía no?", se pregunta el también actor. "Te puedes liar con alguien y querer parar en algún momento".

Mariola Cubells, nuestra experta en televisión, ha recordado que, tras una de las proyecciones del corto de Pereira, concretamente en Benidorm, la sala "enmudeció".

Marta Asensio: "No es dónde estamos ni la ropa que llevamos"

Marta Asensio, víctima de la sumisión química, también se ha asomado esta tarde a La Ventana del cine para contar su historia, al hilo de trabajo de Pereira. "Se tiende a tapar mucho a los agresores, a sentirte culpable de lo que sucedió", ha explicado Asensio.

En su caso no fue un desconocido, sino su pareja. En su cama y casi cada noche. "No es dónde estamos, ni la ropa que llevamos", ha acercado Marta, que ha relatado la manera en la que experimento un gran rechazo a su cuerpo y al sexo sin saber por qué. "Me daba el llamado colacadito de la somnolencia. Yo tarde en entender que lo que estaba haciendo era drogarme", ha confesado. Una realidad, ha referido, "a la orden del día" de la que nadie está a salvo. "Quién piense que está libre de que le puedan drogar está flipando".