El rey Juan Carlos ha acabado ya con todo el crédito que le otorgaron los españoles

No les voy a decir nada que ustedes no sepan, pero hace mucho calor. Es cierto que hay muchos puntos de España que están acostumbrados a las altas temperaturas, que se sonríen cuando desde otros lugares hablan o hablamos de calor, como queriendo decir 'y a nosotros qué nos contáis', pero es que estamos en el mes de mayo, ni siquiera ha entrado el verano. Acabamos de ver cómo en la India han batido todos los récord de altas temperaturas, con el consiguiente peligro para las cosechas y sus reservas de cereales. Pero es que ayer se hizo público un informe sobre el estado del clima que advierte de que cuatro de los indicadores clave de la crisis climática batieron todos los récords en el año 2021: el calor acumulado en los océanos, la subida del nivel del mar, la acidificación de los mares y la concentración de gases de efecto invernadero.

No es una broma lo que está pasando, no puede quedarse en el chascarrillo del calor y las imágenes de playas, termómetros o abanicos. Cada vez son más frecuentes estos episodios de calor extremo y es muy preocupante, tanto que ayer el secretario general de la ONU habló de la confirmación del fracaso de la humanidad para afrontar los trastornos climáticos. Cada vez tenemos menos tiempo para revertir la situación. Parece que siempre hay una crisis que aparca la crisis climática y va siendo hora de que esta tenga para los gobiernos la misma prioridad, porque no solo estamos hablando de la catástrofe climática, estamos hablando también de las consecuencias económicas que acarrea, lo de la India con el precio del cereal y en consecuencia el precio del plan, es el más claro ejemplo.

Hace calor, sí, hace mucho calor en un mes que no es habitual, preguntémonos por qué y qué podemos hacer nosotros.

Y además del calor, ya conocemos la agenda del rey emérito en su regreso a España. Le ha pedido a la Casa del Rey, o sea le ha pedido al rey Felipe VI, su hijo, que la haga pública. Regatas en Sanxenxo y paso por Madrid para saludar a la familia. Nada dice de explicaciones ni disculpas. El rey Juan Carlos ha acabado ya con todo el crédito que le otorgaron los ciudadanos por su papel en un momento clave de la historia de este país. Su regreso y su incapacidad para reconocer la falta de ética en su comportamiento ponen en un serio aprieto a la monarquía. El rey Juan Carlos no es consciente, y si lo es peor, todavía, del daño que hace a la institución.