"¿Pero con lengua o sin lengua?": el vacile de un comensal de 'First Dates' a Carlos Sobera antes de recibir unas sonoras calabazas
Marian cree que Joaquín está demasiado "chapado a la antigua"
Madrid
Marian ha llegado este jueves al restaurante de First Dates con el objetivo de encontrar el amor. Después de explicar frente a las cámaras de Cuatro que se trataba de una persona muy exigente, la comensal del programa presentado por Carlos Sobera ha reconocido que buscaba un hombre con valores pero, sobre todo, que le haga reír. Por esa misma razón, el equipo de First Dates ha decidido unir su destino al de Joaquín. Un hombre, de 52 años, que reconocía que le encanta el cachondeo y hacer reír a las personas. Una cualidad de lo más positiva que, sin embargo, no fue suficiente para conquistar el corazón de la mujer.
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A medida que se han ido conociendo, Marian ha descubierto que Joaquín no era para ella. A pesar de que conseguía hacerle reír durante la cita, contaba con unos valores que no le cuadraban demasiado con su personalidad. De hecho, ha llegado un punto en el que ha considerado que la persona con la que le habían emparejado era un hombre demasiado "chapado a la antigua". Mientras que a ella le gustaban grupos como Guns and Roses, Joaquín prefería otros como Chiquetete, Manzanita, Tijerita, Beethoven, Julio Iglesias o Manolo Escobar.
"¿Para mí no hay beso?": así ha sido el vacile de un comensal a Carlos Sobera
Por todo ello, Marian se encaminaba a la decisión final con el objetivo de decirle que no a su cita. Pero, antes de hacerlo, Joaquín ha protagonizado un vacile que no ha pasado por alto el presentador. Después de pagar la cena, y encaminarse hasta la puerta de salida, Carlos Sobera reconocía que se alegraba mucho de que se fueran contentos del restaurante. Después de darle un beso a Marian, el presentador vasco procedía a estrecharle la mano a Joaquín mientras les deseaba lo mejor de ahora en adelante: "Daos una buena oportunidad, formáis una buena pareja, pasáoslo bien".
Mientras Sobera le deseaba lo mejor a la pareja, Joaquín le pedía un beso al presentador en tono jocoso: "¿Para mí no hay beso?". Entrando en su juego, el vasco le explicaba que para él había un apretón de manos pero que, en caso de que quisiera un beso, se lo daba sin problemas: "¿Con o sin lengua?". Después de provocar las risas del comensal, Sobera le animaba a abandonar el restaurante para llegar a la Decisión Final: "Anda venga, tira p'lante".
"Yo no tendría una segunda cita": Joaquín recibe unas sonoras calabazas
¿Y qué pasó en la Decisión Final? Tal y como había explicado Marian con anterioridad, que cada uno se marchó por su sitio. Después de que los responsables del programa le preguntaran a Joaquín si tendría una segunda cita, este respondía que sí: "Sí, porque le he visto una persona sincera y sí tendría una segunda cita". Sin embargo, Marian no lo veía igual de bien: "Yo no tendría una segunda cita simplemente porque no me ha surgido esa chispa que yo quería".
A continuación, la comensal explicaba frente a las cámaras que Joaquín le parecía una persona más mayor y que no se veía formando una pareja junto a él: "Lo he visto desde mi punto de vista que soy una persona que me gusta cuidarme. A lo mejor es que tú vienes de un pueblecito y por eso no te cuidas tanto como yo. Te veo mayor". De hecho, reconoce que no le preguntó acerca de su edad por respeto. Después de que este le recordara que tenía 52 años, Marian le explicaba que le veía demasiado chapado a la antigua y que, por lo tanto, no veía posibilidades de estar con él.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...