Sánchez retiene la victoria en votos y Feijóo consolida la mayoría en escaños

Los cambios que ha provocado la llegada de Alberto Núñez Feijóo en el tablero político nacional se consolidan. Dos meses después de su desembarco en Génova 13, el barómetro de 40dB para la Cadena SER y El País confirma que el nuevo líder del PP estaría en condiciones de disputar el primer puesto al PSOE —a ambos partidos le separan menos de un punto—, y de espantar, por ahora, el fantasma de Vox. Si se celebrasen hoy elecciones generales, el PSOE ganaría con el 27,2% de los votos, seguido por el PP que, desde la segunda posición en sufragios (26,4%) se haría con el primer puesto en escaños: 113 frente a 108. Los populares obtendrían buena parte de las papeletas en las provincias que más representantes reparten, lo que les convertiría en el grupo mayoritario de la Cámara baja. Ya en la encuesta del mes de mayo la formación conservadora lograba más asientos que el PSOE (108 frente a 106). Una diferencia que no solo se consolida, sino que ahora se amplía. El sondeo mantiene las tendencias de las últimas entregas, con el PSOE ligeramente por debajo del resultado que obtuvo en los comicios de 2019, aunque subiendo un punto respecto al mes anterior. Por detrás un Partido Popular que le pisa los talones. Desde el congreso de Sevilla, los de Alberto Núñez Feijóo siguen escalando posiciones, aunque el barómetro de junio detecta cierta ralentización: si de abril a mayo sumaban tres puntos, este mes el ascenso es de apenas seis décimas. Aun así, el expresidente gallego mejoraría en 5 puntos el resultado de su predecesor. La encuesta confirma además un cambio en la tendencia del voto a la ultraderecha, que acumula tres caídas consecutivas en intención de voto: tras escalar al 19,2% en marzo cae hasta el 16,2% en junio. La llegada de Feijóo a Génova coincide con una rebaja significativa de las expectativas de Santiago Abascal que, aunque se mantiene en tercer puesto, su resultado se acerca más al de las elecciones de noviembre de 2019 que al techo que los sondeos han llegado a pronosticar. Si hace dos meses Vox acariciaba el ‘sorpasso’ al PP, quedándose a sólo dos puntos y medio, ahora la diferencia es de casi diez. En escaños, la formación de extrema derecha también acusa un fuerte desgaste, perdiendo nueve en un mes: de 64 en mayo a 53 en junio, sólo uno más de los que tiene en la actualidad. Influye en ello el hecho de que el PP siga reforzando su fidelidad y ahora retenga al 74,8% de los votantes. Además, los conservadores reducen también el número de electores que se fugarían a Vox: en el pasado barómetro era un 16,3% y en este caen hasta el 13,1%. Se detecta además cierta desmovilización de los seguidores de Abascal, que pasan del primer puesto al tercero cuando se pregunta con qué probabilidad acudirán seguro a votar. Como sucedía en las anteriores ediciones, por detrás de Vox se sitúa Unidas Podemos, que mejora un punto su resultado, hasta el 11,5% de los votos y cuatro escaños más, alcanzando un total de 29. Ciudadanos y Más País casi no varían su posición: con 3,4 y 2,8 puntos, se repartirían dos y tres escaños, respectivamente. Los socialistas mejoran la fidelidad de sus votantes al 69,5% y disminuyen también, en tres puntos, la bolsa de indecisos. Es el PP la formación que más votos recoge entre la abstención: un 9% frente al 8,8% que saldrían de casa para optar por la papeleta socialista. A pesar de la mejoría de la izquierda, que suma 5 escaños más, el barómetro de junio refleja de nuevo un Parlamento difícil de gobernar. Ninguno de los bloques alcanzaría, por sí solo la mayoría absoluta. De nuevo, estarían obligados a buscar acuerdos con partidos autonómicos para conseguir una investidura. La suma de PP, Ciudadanos y Vox alcanzaría los 168 escaños (uno más de los que necesitó Sánchez para ser presidente), mientras que PSOE, Unidas Podemos y Más País se quedan en 140. La llave para llegar a la Moncloa la tendrían de nuevo los 42 representantes de los partidos nacionalistas, independentistas y regionalistas con presencia en la cámara.