"Hitler tenía razón": la dantesca escena del crimen de uno de los casos más difíciles de resolver de la historia de España

El 8 de marzo de 2000 en Montgat, en el Maresme, Ricardo Viterbo, un hombre ecuatoriano de 45 años, apareció muerto en la casa del anciano al que cuidaba. Por las parades de la vivienda había mucha sangre y, en las paredes, escrito con sangre, un mensaje: "Hitler tenía razón", además de varias referencias al Ku Kux Klan. Un asesinato conocido como el crimen de la Flor porque el autor cogió una flor de plástico de un jarrón y la dejó en la oreja de la víctima antes de irse. Viterbo fue encontrado desnudo y amordazado. No fue hasta el año 2018, al borde de la prescripción del delito, que se produce a los 20 años, cuando se resolvió el caso. El asesino, un militar colombiano llamado Cristian Gaviria, fue juzgado y condenado.

Al principio parecía que las pesquisas avanzaban en la dirección correcta. Casi desde el principio descartaron el móvil racista y se centraron en los hombres con los que Viterbo quedaba a través de páginas de anuncios, pues parecía demasiado obvio, demasiado preparado para que los investigadores pensaran que había sido un crimen racista.

Los agentes de la Guardia Civil llegaron a callejones sin salida. Y la investigación quedó parada muchos años, hasta que en 2016 una jueza encargó el caso a los Mossos, que lo abordaron con una mirada fresca. Ellos tiraron sobre todo de las escuchas que en su día la Guardia Civil había realizado al teléfono desde el que llamaron a la prima de la víctima. Una llamada que se produjo meses después del asesinato de Viterbo y durante la que, la persona que estaba al otro lado, reprodujo un audio en el que se podía escuchar a Anilo rogar que no lo matasen. Un audio, por tanto, del momento del crimen. También se centraron en el registro telefónico de la víctima, que tenía citas habituales con hombres a los que quedaba a través de páginas de periódico. Así fue como cerraron el círculo a un culpable que en 2018 estaba ya muy lejos de España.

La importancia de la tecnología

"La tecnología ayuda mucho", dice el subinspector jefe de la Área Central de Homicidios de los Mossos, organismo en el que existe una unidad dedicada exclusivamente a los casos sin resolver, que llevan tiempo estancados.

De todos los crímenes que tienen lugar en Cataluña cada año, alrededor de 60, solo un 3% se quedan sin resolver. El porcentaje es muy alto, sin embargo, dice el inspector sin nombre, la intención siempre es "intentar remediar ese 3%", que suele estar vinculado al crimen organizado, que es muy complejo.