Punto de Fuga
Internacional

Argelia y Libia frenan la migración a Europa con violencia y abusos

MSF denuncia que la “criminalización y deshumanización” de la migración pone en peligro a las personas que cruzan la frontera de Níger

La caravana migrante

La policía y los guardias fronterizos argelinos y libios someten a violencia y actos denigrantes a la mayoría de personas que devuelven a Níger. Es lo que ha podido constatar el equipo de Médicos Sin Fronteras en Agadez, Níger, que ha documentado el envío de vuelta a este país a una media de dos mil personas al mes desde Libia y Argelia.

Estas personas, algunas con graves heridas o supervivientes de violencia sexual, son “abandonadas en medio del desierto en la frontera entre Argelia y Niger, en un lugar llamado ‘punto cero’ en territorio argelino, y son forzados a realizar el último tramo a pie hasta la frontera nigerina”, según la organización.

Desde Dakar nos atiende Daniel Remartínez, coordinador de MSF en África occidental. Asegura que estas personas “son arrestadas, son interrogadas, muchas veces con violencia. En algunos casos podríamos casi hablar de tortura, de verdaderas vejaciones, de maltrato”. Y resalta la impunidad de estos actos y la deshumanización y criminalización con la que se trata la migración en ese contexto.

Solo entre enero y mayo de 2022 MSF ha documentado la devolución de más de 14.000 personas en ese punto. Una parte de ellos son nigerinos, pero cerca de la mitad proceden de terceros países del África del oeste, y son quienes más sufren estos abusos.

Cuando llegan de vuelta a Níger, los voluntarios los encuentran “frustrados” por no haber podido seguir la ruta, y cuentan “historias terribles de violencia y abuso”, cuenta Remartínez. “Son amenazados, algunos reciben abusos físicos, algunas mujeres cuentan historias de violencia sexual”. Aunque la mayoría de quienes llegan son hombres, también hay mujeres y niños.

La situación se ha degradado desde que iniciaron su proyecto a mediados de 2018. Esta ruta migratoria hacia Europa se ha vuelto más peligrosa a raíz de las políticas de la Unión Europea para frenar la inmigración.

El coordinador cree que “todo esto deriva de una, de una criminalización que se está haciendo hacia los movimientos migratorios”. Estas vías migratorias que son las que siempre han existido, remarca, “ahora se usan en contexto de deshumanización y criminalización de la migración, y en ello han participado los países involucrados y la Unión Europea”. Al ilegalizar los procesos migratorios en estos corredores, se están utilizando vías alternativas clandestinas, lo que hace aumentar el peligro para estas personas.

En el punto de la frontera nigerina en el que son atendidas por MSF, estas personas reciben ayuda sanitaria, pero sobre todo atención psicológica. “Les damos dignidad”, dice Remartínez. Luego algunos entran en programas de retorno a casa y otros intentan volver a ganar dinero y emigrar.