El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cree llegado el momento de tratar la obesidad infantil como un «problema de Estado» que urge resolver, para lo cual se comprometió a trabajar para reducirla un 25% en los próximos ocho años, lo que pasa por reducir un 40% la brecha social a ella asociada. Lo dijo durante la presentación del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil, un acto celebrado en el Polideportivo Juan de la Cierva de Getafe (Madrid), en el que estuvieron presentes la ministra de Sanidad, Carolina Darias; el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y el titular de Consumo, Alberto Garzón. También participaron el Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco, la directora de Salud Pública y del Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira; el exjugador de baloncesto Pau Gasol; la nadadora paralímpica Teresa Perales, y el chef Joan Roca. En su intervención, el jefe del Ejecutivo ensalzó la importancia de “visibilizar una realidad, una problemática, a la que tenemos que poner cara, rostros, nombres”, como paso previo para trabajar de manera efectiva para su erradicación. Explicó que la obesidad se ha erigido en “uno de los mayores problemas sociales y de salud del siglo XXI”, como lo atestigua el hecho de que más de 240 millones de menores en el mundo sufren sobrepeso, un fenómeno que ha crecido exponencialmente en las últimas dos décadas. Sánchez atestiguó que “crecer sanos no siempre es fácil”, y dejó claro que “no es una cuestión de voluntad de los niños y sus familias”, sino de “los obstáculos” que surgen en sus vidas, entre los que citó la dificultad para acceder a una alimentación saludable, algo que se ha agravado con el alza de la inflación, carecer de espacios para jugar y hacer deporte o la imposibilidad de dormir las horas necesarias para descansar durante la noche. Esto le sirvió para aseverar que “España tiene un urgente problema que resolver”, al que calificó como un “problema de Estado que nos incumbe a todos”, como lo pone de manifiesto que “cuatro de cada diez niños y tres de cada diez adolescentes tienen exceso de peso, lo que nace de la desigualdad social, exacerbada por la crisis financiera y el alza de la inflación provocada por la invasión rusa”. En ese sentido, comentó que, si bien los niños presentan tasas de obesidad más altas que las niñas, en éstas se ha duplicado en los últimos 20 años. Por eso, prosiguió Sánchez, “hemos diseñado este plan a ocho años, para que crecer de forma saludable sea un derecho garantizado en España”. Sánchez se comprometió a trabajar para sentar las bases que hagan posible que la obesidad infantil en la infancia se reduzca un 25% en los próximos ocho años, lo que pasa por reducir un 40% la brecha social a ella asociada. También señaló que este plan estratégico tendrá una “consideración prioritaria” en el próximo proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE), por lo que animó a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos a apostar por este proyecto. Por su parte, detalló que la estrategia se asienta sobre seis líneas fundamentales: activad física y deporte; alimentación saludable; bienestar emocional y descanso adecuado; promoción de estilos de vida saludables; protección de la salud de la infancia; y la forja de un cambio cultural hacia estilos de vida saludables. Además el plan se compone de 200 medidas que atienden todos los entornos donde se desenvuelve la infancia, como el impulso de la prescripción del ejercicio físico, ayudas alimentarias, la incorporación de la educación nutricional en los planes de estudios, la apertura de los patios escolares en horarios no lectivos, el aumento de espacios verdes y deportivos en núcleos urbanos, el uso saludable y equilibrado de las pantallas, la sensibilización de las familias sobre estilos de vida o el desarrollo de la Red Española de Ciudades Saludables. Por último, reconoció que “no será una tarea fácil”, en la cual la ciudadanía tendrá que “trabajar como un gran equipo”, y concluyó su alocución dirigiéndose directamente a los chavales, a quienes trasladó que “queremos ponéroslo fácil para que comáis en plan bien, para moveros en plan bien, para que gastéis vuestra energía en aprender, en divertiros y en ser felices”. El deportista Pau Gasol no ha dudado en poner a su hija como ejemplo en su discurso. Gasol ha explicado que como padre es más consciente de que «si mi hija hubiera nacido en otro entorno de vida socioeconómico tendría muchas más posibilidades de seguir un estilo de vida menos saludable y de acabar presentando obesidad o sobrepeso». «Desgraciadamente el código postal donde un niño nace es determinante», ha dicho.