El Gobierno de Escocia anuncia que convocará un referéndum de independencia: buscará el pacto con Londres, pero no descarta otras vías
El Ejecutivo ha lanzado una campaña para una segunda votación, debido al resultado del Brexit, tras asignar 20 millones de libras en su revisión de presupuestos para la legislatura con el objetivo de celebrar del plebiscito
Edimburgo
Escocia intentará de nuevo su separación del Reino Unido. La ministra principal del país, Nicola Sturgeon, ha comparado este martes a Escocia con países de tamaño similar, como Suiza y Finlandia, antes de lanzar este martes su campaña para convocar un segundo referéndum sobre la independencia de la región.
La ministra principal y líder del Partido Nacional Escocés (SNP) ha dado a conocer el primero de una serie de documentos destinados a argumentar las ventajas de una Escocia independiente, que lleva el título de "Independencia en el Mundo Moderno. Más saludable, feliz y justo: ¿Por qué no, Escocia?".
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De 72 páginas, ese documento compara la situación de Escocia -unida al territorio británico desde 1707- con hasta diez países del mismo tamaño o menor, como Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega, Islandia, Irlanda, Suiza, Austria, Bélgica y Países Bajos. Estos países tienen "niveles de pobreza infantil" más bajos y también una "mayor innovación y productividad".
Sturgeon justifica la convocatoria de un segundo referéndum -después del primero celebrado en 2014, en el que los votantes rechazaron la escisión- porque Escocia no votó por el Brexit, si bien el resultado final del Reino Unido fue la salida de la UE.
Los problemas "han empeorado" por el Brexit y porque "no somos independientes", añadió Sturgeon, quien dejó claro que quiere que esta consulta se haga de manera "legal", para lo que necesitará del visto bueno del Gobierno británico y el Parlamento de Westminster (central).
En su comparecencia de hoy ante los medios, Sturgeon invitó en varias ocasiones al primer ministro británico, Boris Johnson, a sentarse para negociar sobre el "indiscutible mandato" que su Ejecutivo tiene para la celebración de la consulta a finales de 2023.
En caso contrario, el Ejecutivo escocés explorará diferentes vías, como la opción jurídica. "Mi deber es con la gente de Escocia, no con Boris Johnson", insistió la ministra principal. El Gobierno escocés ya asignó, en su reciente revisión de presupuestos para la legislatura, 20 millones de libras (23 millones de euros) para la celebración del plebiscito.
Sturgeon reconoció hoy que para que esto ocurra se necesita un debate de "todos" los que están a favor y en contra, ya que "Escocia sólo será independiente si la mayoría lo quiere".
Tras el primer documento divulgado hoy, en las próximas semanas otros abordarán información sobre asuntos como la divisa, los impuestos, la defensa, la protección social y las pensiones, así como el retorno de Escocia al bloque europeo. "No será fácil, pero toda decisión difícil merece la pena", afirmó Sturgeon.
En el primer referéndum, que tuvo lugar el 18 de septiembre de 2014, el 55 % de los votantes en Escocia rechazaron la separación frente al 45 % que apoyaron la independencia. En el referéndum sobre la permanencia o salida de la UE celebrado en junio de 2016, Escocia votó por la permanencia en un 62 %.
Al lanzar la campaña, acompañada por el colíder de los Verdes, Patrick Harvie, Sturgeon insistió en que hay un "mandato indiscutible" para convocar un segundo referéndum tras la victoria de su formación en las elecciones autonómicas escocesas de 2021.