Un Gobierno de metáforas

No soy yo muy partidario de hablar de política utilizando metáforas de la vida cotidiana. No lo soy, básicamente porque creo que la política ya dispone de un arsenal propio de palabras, de conceptos, incluso de códigos, para hacerse entender. Sin embargo, hay ocasiones en las que cuesta tanto entender algo, quiero decir, hay ocasiones en las que apelar a la metáfora se convierte casi en una obligación. Por ejemplo, el Gobierno de coalición, entre PSOE y Unidas Podemos, el primer Gobierno de coalición en nuestra historia democrática, ¿a qué se puede parecer? a una pareja, casada o no, pero a una pareja; también puede recordar a los dos socios de una empresa, o a dos músicos, a dos cantantes que crean un dúo.

Entonces, la pareja, ¿qué busca? felicidad, se supone; los socios de la empresa, hacer negocio, ganar dinero; y los cantantes, pues triunfar en el mundo de la música a base de juntar esfuerzos. y talentos. Pero, claro, si la pareja no se pone de acuerdo sobre dónde viajar, ni qué película ir a ver, con quién quedar para salir… ya no digamos en temas más importantes, pero si no hay acuerdo, si eso se cronifica y el ambiente se va espesando, llega un día en que lo lógico es decir: tú a Boston y yo a California.

Con los socios de la empresa pasa exactamente igual: si, por ejemplo, uno quiere expandir el negocio y el otro no, tenemos lío a la vista. Mejor separarse, no vayan a arruinarse los dos. Y con los músicos ya ni te cuento. Vale, pues lo que ocurre desde hace un tiempo con el Gobierno de coalición cubre todas las metáforas: la de la pareja, la de los socios y la de los cantantes. Con lo cual surgen dos preguntas: primera, si hay tanta división, tanta discusión y tanto desencuentro en tantos temas, el último con todo el lío de la guerra, la OTAN y el presupuesto de defensa, ¿merece la pena seguir juntos? y segunda: ¿puede ser que alguien esté forzando que se rompa este Gobierno? Alguien de dentro, quiero decir, porque es evidente que desde fuera hay mucha gente interesada, desde el primer día. Resumiendo: que me cuesta tanto entender todo este pollo que he caído en la tentación de la metáfora. así que les pido disculpas.