Malestar en el CNI por el traslado de varios agentes a Presidencia con la aprobación de la futura ley de secretos de Estado
Hasta un 98% de los agentes no estarían dispuestos a abandonar su puesto en el centro para marcharse al ministerio de Bolaños
Madrid
El traspaso de un centenar de agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) al Ministerio de la Presidencia para la Autoridad Nacional para la Información Clasificada ligado a la aprobación de la futura ley de secretos de Estado ha provocado malestar en el seno del Gobierno y en el propio centro.
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La propuesta de Presidencia ha hecho advertir a Defensa de que no se puede obligar a los empleados del CNI a abandonar el centro contra su voluntad. Según cuenta el diario 'El País', la ministra Margarita Robles no ha puesto ninguna pega públicamente ya que los secretos de Estado no afectan únicamente a su ministerio y tampoco afecta de ninguna forma a sus competencias.
El periódico explica que "los agentes destinados en la ONS son, en su gran mayoría, personal estatutario de carácter permanente, con más de cinco años de antigüedad en el centro, al que no se le puede privar de esta condición salvo por causas legalmente tasadas". Para el traslado, Presidencia debería habilitar una oferta de plazas para que los agentes del CNI se presenten aunque fuentes confirman que "el 98% de los integrantes de la Oficina Nacional de Seguridad no están dispuestos a renunciar a su condición de miembros del CNI para irse a otro ministerio".
"Quienes están ahora en la oficina han ocupado otros destinos del CNI en el pasado y aspiran a hacerlo en el futuro como parte de su carrera profesional", afirman fuentes próximas al centro de Inteligencia español. Además, otra de las razones por la que varios agentes secretos negarían abandonar el centro es porque "sienten los colores", es decir, "si uno ingresa en el servicio secreto es porque quiere a ser agente de inteligencia, no funcionario del Ministerio de Presidencia, con todos los respetos", explican.