Modric imparte su propia justicia en Balaídos
La pegada del Real Madrid (1-4) decidió un partido que puso en relieve nuevamente la calidad del jugador croata, que se fue aplaudido de Balaídos
La ausencia de Casemiro tras el anuncio de su fichaje por el Manchester United se ha llevado todos los focos en la previa del partido entre Celta de Vigo y Real Madrid. Balaídos, sin embargo, ignorando el drama blanco, decidió crear una de esas atmósferas de partido grande con un lleno absoluto, que se debió entre otras cosas a los 50 minutos que duraron las entradas a la venta. Aquí tienes el resumen de los goles del Celta- Real Madrid de AStv.
Con 'A Rianxeira' de fondo y con el recuerdo del partido de los tres penaltis de la pasada temporada, que encarriló una Liga, salieron al terreno de juego y el protagonismo fue directo para Gil Manzano. Dos manos, primero una de Tapia y después otra de Militao, definieron una primera parte en la que los goles llegaron gracias a estos penaltis marcados por Karim Benzema y Iago Aspas. Los dos cracks aparecían para poner goles en un partido dinámico y con un ritmo que marcó el Celta de Vigo desde el principio del encuentro.
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Los celestes lo intentaron de todas las formas posibles con un Fran Beltrán que se multiplicaba por todas las zonas del campo y con un Javi Galán que pone en entredicho el precio de Marc Cucurella en la Premier League. No obstante, en el Real Madrid "juega con dos Balones de Oro", como opinaba Tomás Roncero. Está Benzema que va camino, pero después está Luka Modric. El incombustible croata o tal y como lo definió Dani Garrido en Carrusel Deportivo, "el talento sin fin" impartió su propia justicia. Sus ojos y su bota derecha hicieron todo el trabajo al poner una pelota en la red Marchesín para firmar el 1-2 en el marcador.
La segunda parte estuvo marcada por ese gol de Modric antes del descanso. La exhibición del jugador del Real Madrid fue sobrenatural. Su lección dentro del terreno de juego de Balaídos fue de sobresaliente. Tras un arreón celtiña, volvió a aparecer el puño de hierro blanco. Con tres zarpazos, el tercero lo firmó (1-3), en una carrera al contragolpe, Vinícius. Ni Hugo Mallo ni Marchesín, que si le paró en el 89 un penalti a Eden Hazard, fueron capaces de anticipar los movimientos del brasileño, que con un baile delante de la afición contraria, le valió la pitada de Vigo entera.
La historia del Celta de Vigo se repite desde 2014. Concretamente, desde mayo, la última victoria de los vigueses frente a los blancos. El planteamiento valiente del Chacho volvió a recibir el castigo del talento ofensivo del Real Madrid. Fede Valverde culminó un partido eficaz que no brillante, ante un equipo al que parece faltarle mucho para competir y soñar por puestos de media tabla hacia arriba y que todavía no conoce la victoria esta temporada.
Ricky Dias
Ourense, 1997. Licenciado en periodismo por la...