El consumo eléctrico baja un 9,5% gracias al plan energético: "Serán necesarias más medidas pero el gas está garantizado este invierno"

Se cumplen dos semanas de la entrada en vigor de las medidas de ahorro energético que, entre otras cosas, limitan los termostatos y la iluminación de escaparates. El director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), Joan Groizard, ha señalado en Hoy por Hoy que la semana pasada se duplicó el ahorro que está suponiendo estas medidas: «Ha bajado el consumo eléctrico un 9,5% en una semana y, comparado con el 2021, algo más de un 8,5%, es decir, estamos hablando de un ahorro superior al 4% que veíamos en la primera semana». Un aumento considerable que, según el responsable de este organismo del Gobierno que decide sobre las políticas energéticas, puede deberse a la «toma de conciencia, empresas que han tardado un poco más en poner en marcha las medidas». La excepción ibérica también supone un ahorro importante y provocará que «en España no vaya a subir la luz o no tanto como en otros países del entorno». Según cálculos del IDAE, «son 1.400 millones de euros los que nos hemos ahorrado colectivamente en las facturas eléctricas gracias ese mecanismo y parece que se va a mantener hasta final de año». A pesar de ese ahorro, no es suficiente y Joan Groizard recuerda que a finales de julio, la Unión Europea obligó a que ese ahorro sea de un 15% mientras en España se negoció un menor esfuerzo, un 7%: «Serán necesarias más medidas, hemos pedido a las comunidades autónomas que presenten más medidas para elaborar un plan de contingencia más amplio poder presentarlas en septiembre». Ese nuevo paquete de medidas pasa por dos cambios fundamentales: «Por un lado, un cambio de combustible. Planteamos pasar a energías renovables, a la instalación de renovables, a utilizar biomasas o energía solar, y por otro, la eficiencia energética o lo que es lo mismo, reducir el consumo energético». Groizard avanza que en ese nuevo paquete de medidas habrá «obligaciones y recomendaciones» y apunta que «cuanto más ahorremos ahora con medidas asumibles, mejor nos estaremos preparando a que Putin pueda cerrar el grifo del gas». Lo que su organismo trata de evitar es que «los hogares puedan llegar a pasar frío en invierno o que una empresa tenga que cerrar su actividad»: «El objetivo del Gobierno es que no haya medidas obligatorias de renunciar a confort». En cualquier caso, lo que está seguro es que en nuestro país «el gas está garantizado para todo el invierno» porque nos suministra el norte de África pero sí tenemos «una capacidad limitada de exportación», lo que impide que podamos ofrecer a otros países. Este experto en energía destaca la importancia de «calcular bien el impacto de cada medida» porque puede que algo que pueda tener repercusión en otros ámbitos apenas suponga un ahorro energético y pone como ejemplo las luces de Navidad: «Es cierto que tenemos muchas luces pero cada vez son más eficientes, hay que calcularlo bien pero a lo mejor no tienen que a estar encendidas toda la noche». Reconoce que la publicidad luminosa o la iluminación de monumentos es turismo y repercute en la actividad económica pero cree que a lo mejor sí hay «determinados tipos de alumbrado que podemos concluir que son prescindibles». «La factura eléctrica se ha encarecido, hay menos energía hidráulica por el cambio climático no solo por Putin», sentencia Groizard que también apunta que en verano hay menos eólica que en otoño: «Lo previsible es que en los próximos meses se recupere la creación de energía eólica». Recuerda que la energía nuclear necesita mucho más tiempo y dinero para implantarse y que el compromiso de España es que en 2030 el 75% de nuestra generación eléctrica sea renovable. «Los españoles están instalando más solares de lo que habíamos previsto, se ha facilitado mucho la instalación. Un particular o una empresa se puede ahorra entre un 30-60% de la factura eléctrica con las placas», estima, y recuerda que «cuanto más caro sea el precio de la luz, mayor es el ahorro, incluso si vivimos en comunidades de vecinos». El Gobierno vio con buenos ojos la propuesta de Scholz de construir un gasoducto que conecte Alemania con España y afirmó que en 8 meses podría estar listo hasta Francia pero nuestros vecinos parecen que no están por la labor de continuar el proyecto: «Francia tiene una apuesta clara por la nuclear y podría ser que fueran por ahí os tiros», explica como posible explicación. «Llevamos unos años de retraso de interconexión eléctrica. Si hablamos de un proyecto europeo tiene que haber implicación de todos, para llegar hasta el Pirineo podríamos tardar 8-9 meses pero si no hay nadie allí para recoger ese gas no tendría sentido», critica. Llevarlo por Italia de momento está descartado: «Técnicamente se encarece muchísimo porque habría que pasarlo por el mar». Este experto detalla que si se lleva a cabo finalmente «tiene que estar listo para transportar hidrógeno en el futuro» y que «al ser un proyecto d interés europeo, la financiación tiene que ser europea, no lo pagarían solo los españoles».