Verstappen y Red Bull tiranizan Spa
Doblete de Red Bull con Sainz 3º como el primero de los mortales y Alonso 5º
Clasificación histórica para España. La mejor de siempre. Sainz 1º, Alonso 3º. Habría que frotarse los ojos para explicarlo. Y no dejar de hacerlo cuando se colocaron 1º y 2º en la subida a Eau Rouge tras la salida. Sainz quería la segunda victoria, aunque eso no era más que una fantasía ante el reinado. Lo del sábado fue una experiencia como la de Canadá. Pero el domingo salió a la luz la realidad que parece haberse instalado. Max Verstappen es inalcanzable y el Red Bull una máquina imparable que galopa sin rival hacia el doble campeonato: el de pilotos y el de constructores.
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El podio de Alonso vuela por los aires
Con la meteórica punta del Red Bull, Ferrari buscó atacar desde la salida montando el blando. Sainz tiró y lideró, Pérez se quedó clavado con el medio y Alonso lo rebañó por el interior con Hamilton a su estela. El británico se emparejó con el asturiano hasta cerrarle en Les Combes cuando el bicampeón tenía el interior cogido por la mano. La maniobra hizo al Mercedes salir por los aires impulsado por el alerón delantero del Alpine. La carrera de Hamilton terminó ahí. Las ínfimas opciones de podio de Alonso también mientras saltaban chispas por su radio. Mientras el W13 humeaba, el A522 aguantaba sobre la pista 4º, por imposible que pareciese. El bicampeón le tiró el coche a Russell, pero no había ritmo para más que para el 5º puesto que terminó firmando. Llevó a sus espaldas durante 44 vueltas los daños que previsiblemente acarrase el Alpine en la parte delantera. Por detrás aguantó a Ocon, 7º tras una magnífica remontada, y a Vettel, que empieza a asomarse a los puntos con su futura escudería, Aston Martin.
La agitación de la parrilla de salida convirtió a la salida en un enjambre de adelantamientos y paralelos. En esas Latifi esquivó a Ocon, trompeó y atrapó entre medias a Bottas en la grava. Safety Car en la segunda vuelta para ayudar, como si le hubiera hecho falta, a Verstappen, y condenar a Leclerc. No le sale una a derechas al monegasco. En plena remontada, mientras su imposible contendiente de hoy escalaba, él caía a la cola tras tener que entrar en boxes en la vuelta 4 ante el humo que salía de su neumático delantero derecho. Con la degradación y la falta de ritmo a sus espaldas, Leclerc terminó 6º, aunque hubiera sido 5º si no es por las dos últimas vueltas de infarto y rídiculo. Ferrari lo metió en busca de una vuelta rápida que Alonso puso en jaque y que además le propició 5 segundos de sanción por exceder el límite de velocidad en el pit-lane en la última parada. Verstappen está a 98 puntos y esto parece haberse acabado.
Verstappen y Red Bull instalan el miedo
Nadie dudaba de que, a pesar de salir 13º, Max Verstappen iba a llegar a la cabeza. No se sabía cuándo. Pero fue mucho antes de lo que todo el mundo esperaba. En la vuelta 12 lideró momentáneamente. Soberanamente lo hizo a partir de la vuelta 18. El campeón del mundo adelantaba con una superioridad insultante. Como si el resto pilotase en una categoría diferente. Mientras Sainz sufría la degradación del blando, Verstappen era un meteorito. Después de la primera parada, Verstappen sólo necesitó dos vueltas para adelantarlo en pista. En el decimoctavo giro se acabó el GP.
El diferencial de velocidad entre el Red Bull y el Ferrari era terrorífico. La velocidad, especialmente de Verstappen, recordaba a la hegemónica era plateada de Mercedes y Hamilton. El horizonte y el Mundial preocupan. A las diferencias ya marcadas se abre el interrogante de si lo de Spa será fruto del matrimonio de la escudería energética con sus largas rectas o si será una constante. Quedan ocho carreras para comprobarlo este 2022, aunque en 2023 se volverá a poner a prueba este vínculo. La F1 anunció antes de la carrera que Spa volvería al calendario el año que viene tras un sinfín de rumores. La historia, el misticismo y el espectáculo del GP seguirán. Notición.
Podio y ... gracias
El rival de Carlos no terminó siendo Verstappen. Tampoco Pérez, que en la vuelta 21 ya le había arrancado las pegatinas. Lo era Russell. Ni las altas temperaturas de la pista en las que Ferrari confiaba para dar el golpe ayudaron a los de Maranello. El madrileño tuvo que remangarse para sostener a Russell en la distancia y conseguir así un 3º puesto que sabe a poco mirando a quien ocupa las dos primeras posiciones del podio, aunque mirando la tabla de tiempos no había nada más.
Juan Antonio Requena
Estudiante de periodismo. Antes en Diario AS. Ahora aprendiendo en SER Deportes