Los científicos de la NASA han usado el telescopio James Webb por primera vez para capturar una fotografía de un exoplaneta fuera del Sistema Solar. Se trata de un gigante gaseoso, un tipo de planeta que no cuenta con superficie rocosa y que, por tanto, no podría ser habitable. El planeta, al que la NASA ha llamado HIP 65426 b, tiene de 6 a 12 veces la masa de Júpiter y tiene entre 15 y 20 millones de años. Es decir, es más joven que la Tierra, que tiene unos 4.500 millones de años. “Este es un momento transformador, no solo para Webb sino también para la astronomía en general”, explica Sasha Hinkley, profesora asociada de Física y Astronomía en la Universidad de Exeter (Reino Unido), que ha dirigido este descubrimiento en colaboración con otros socios internacionales, como la Agencia Espacial Europea o la Agencia Espacial Canadiense, además de la NASA. El exoplaneta HIP 65426 b ya había sido visto en 2017 usando el telescopio Very Large Telescope en Chile, pero ahora el James Webb permite conocer nuevos detalles sobre este planeta gracias a la mayor longitud de sus ondas infrarrojas. “Obtener esta imagen fue como buscar un tesoro espacial”, opina Aarynn Carter, investigadora postdoctoral en la Universidad de California, que ha estado al frente del análisis de las imágenes. “Al principio, todo lo que podía ver era la luz de la estrella, pero con un cuidadoso procesamiento de imágenes pude eliminar esa luz y descubrir el planeta”. Y es que el Jamess Webb ha podido capturar la fotografía de este planeta gracias a que el HIP 65426 b está unas 100 veces más lejos de su estrella anfitriona que la Tierra del Sol, por lo que está lo suficientemente lejos como para que el telescopio pueda separar fácilmente el planeta de la estrella en la imagen. “Hay muchas más imágenes de exoplanetas por venir que darán forma a nuestra comprensión general de su física, química y formación. Incluso podemos descubrir planetas previamente desconocidos también”, señala Carter.