Así ha cambiado la guerra al Shakhtar y al fútbol en Ucrania

El fútbol intenta resistir a la guerra en Ucrania. Han pasado siete meses y medio desde que comenzara la ofensiva rusa en Ucrania, pero no solo no cesan las hostilidades sino que se incrementan. Este lunes varias explosiones sacudieron el centro de la capital y provocaron al menos 11 muertes.

A pesar de ello, se sigue jugando al fútbol, aunque cada vez se hace más difícil. En la previa del Shakhtar - Real Madrid de Champions de este martes, el entrenador del equipo ucranio, Igor Jovicevic, explicó en El Larguero cómo se siente el vestuario.

"Toda la buena energía del domingo para preparar este partido se ha desplomado. He visto un equipo abatido esta mañana, no tengo palabras para las noticias que escuchamos de Ucrania (...) Nos dimos la mano y nos abrazamos porque no podíamos hablar. Cada uno hablaba con sus familiares por teléfono, que tenían que venir hoy para apoyarnos y solo pudieron llegar dos. El resto está en búnkeres protegiéndose. Es increíble lo que estoy contando, el corazón está que arde".

Un testimonio durísimo de un entrenador que lamentó que "en lugar de cómo neutralizar a Modric o Benzema, todas las preguntas van hacia un conflicto que no soy capaz de responder".

El Shakhtar Donetsk y el fútbol siguen resistiendo, pero han cambiado por completo.

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Un equipo nuevo

Veinte futbolistas que la pasada temporada formaban parte del Shakhtar han abandonado el equipo debido a la guerra. De hecho, la FIFA aprobó una medida para agilizar la salida de los futbolistas de equipos ucranianos y rusos. Cientos de futbolistas se han marchado de los equipos en ambos países. Uno de ellos, Vinícius Tobías, lo hizo precisamente al Real Madrid y juega en el Castilla.

En el caso del rival del Shakhtar, han llegado 25 futbolistas nuevos a la plantilla, la mayoría procedentes de la liga ucraniana. De hecho, todos sus jugadores son locales, a excepción de cuatro: un brasileño, un croata, un nigeriano y un burkinés.

Dónde juegan

No entrenan ni juegan en Donetsk. Lo habitual es que se ejerciten en Lviv, cerca de la frontera con Polonia, una de las sedes donde se disputa la liga ucrania. Allí han jugado tres partidos en lo que va de temporada, por dos que ha disputado en el Olímpico de Kiev.

En Champions, no obstante, lo hace fuera de sus fronteras. Entrena y juega en Varsovia, a 1578 kilómetros de Donetsk, en el Estadio del Ejército Polaco, hogar del Legia.

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Así sobrevive la liga ucraniana

Meses después del comienzo de la ofensiva, el fútbol volvió a Ucrania con la competición local enteramente alterada por el conflicto, como no podía ser de otra manera.

La liga tiene un importante protocolo de seguridad. Los partidos se juegan a puerta cerrada y es obligatorio que haya un refugio aérero como máximo a 500 metros del estadio, de tal manera que todos los presentes en el partido puedan rápidamente llegar él en caso de bombardeo.

Pero no todos los equipos han podido formar parte de la liga. Se han ausentado el Desna Chernihiv, debido a que la invasión ha destruido prácticamente a toda la entidad. También el FC Mariupol, equipo de una ciudad ocupada por las tropas rusas.

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Además, no se anuncian públicamente la fecha y el lugar de los partidos hasta horas antes de la celebración de los mismos.

Andréi Pavelko, presidente de la Asociación Ucraniana de Fútbol, declaró hace semanas: "Esta es una iniciativa única en la historia. Fútbol contra la guerra en condiciones de guerra. Fútbol por la paz. No tiene que ver solo con el deporte, se trata de demostrar el coraje de nuestra gente, su espíritu indomable y su deseo de victoria".

A pesar de todo ello, el Shakhtar es segundo en el grupo E de la Champions que lidera el Real Madrid.

En liga también son segundos tras cinco partidos jugados. Está a dos puntos del Dnipro, que ha ganado todo.

El pasado miércoles la candidatura ibérica al Mundial 2030 formada por Portugal y España anunció que, si son los elegidos, se disputarán en Ucrania un número de partidos hasta ahora indeterminado.

Jovicevic lamentó en El Larguero: "TenÍamos nuestro clásico ante el Dinamo kiev y ahora no sabemos si podemos volver a Ucrania. Estábamos hablando de si quedarnos un día más en Polonia, luego veremos las recomendaciones que da el Gobierno de Zelensky y la Federación, pero aún no sabemos nada". Una situación cada vez más dramática a la que el fútbol intenta seguir resistiendo.