"El presidente del Gobierno cobra una ridiculez": la razón por la que Santiago Niño cree que Pedro Sánchez debería aumentar su sueldo más de un 4%

Madrid

La semana pasada el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, rebajó las previsiones de crecimiento para 2023 en un punto y medio, hasta el 1.4%. De cumplirse, los Presupuestos Generales del Estado "con mayor gasto social de la historia" habrían nacido "cojos" hasta en 7.000 millones de euros, ya que el Gobierno estima para ese ejercicio un crecimiento económico del 2.1%.

Esta contradicción es un reflejo de la velocidad con la que se degradan los pronósticos, que también se materializa en los organismos internacionales. En el mes de abril el Fondo Monetario Internacional proyectaba un crecimiento para el país del 3.3%, este martes lo ha recortado drásticamente, hasta el 1.2%. Misma tendencia negativa que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que lo sitúa al 1.5%.

Aunque los últimos miércoles económicos de 'La Ventana' han estado protagonizados por la guerra fiscal entre las autonomías o los impuestos a las grandes fortunas, el economista Santiago Niño Becerra no ha ocultado su preocupación por la fugacidad de los cálculos de cara al próximo ejercicio. "Para el año que viene, siendo malas las previsiones del FMI, hay peores como la del BBVA, en un 1%. Además con un agravante, se produjo el mismo día", matiza.

La organización financiera presidida por Kristalina Gueorguieva estima que el crecimiento en 2024 será del 2.59%. En 2025 todavía mayor, del 2.73%, pero en 2027 supondrá un aumento menor, en torno al 1.74%. "Las cosas muy lentamente van mejorando pero a partir de ahí van bajando, lo importante no son los números sino la tendencia, es como si la recuperación no fuera suficiente", se muestra preocupado.

Para el autor de 'Futuro, ¿qué futuro?' hay otra aspecto al que "la señora Calviño le quitó importancia". Como ya comentara la semana pasada, los presupuestos están proyectados con una "diferencial". Si bien lo había cifrado en 7.000 millones de euros, con las mismas previsiones del Gobierno y el recorte del FMI, esa cantidad ascendería "a los 11.000 millones de euros".

China, motor económico

Entre las causas de este mal augurio están la inflación de Ucrania y la inflación que, a su juicio, "están combinadas". "La guerra la ha acelerado, en España era del 7.4% antes del conflicto", señala. Otra de las causas es la desaceleración de la economía de China. "¿Por qué han optado por la política de contagios cero y no por convivir con la covid?" se cuestiona antes de contestarse a sí mismo. "Han bloqueado todo y nadie se lo explica, ha tenido un gran impacto en la economía. Este año va a crecer muy poco y va a repercutir en todos los países", avisa.

Cuestionado por una posible gran recesión a nivel mundial, Niño Becerra explica que "el mundo es muy complejo" y que, muy difícilmente sería una situación global. "EEUU está en recesión, Reino Unido va a entrar en ese escenario, pero China y Japón no, Latinoamérica seguro que sí", vaticina. Si bien en todos los países no "avanzará a la misma velocidad" cree que "tendremos que rezar mucho para que a China le vaya menos mal, ya que hace de tirón de la economía mundial".

Aumento salarial del Ejecutivo

En los PGE se contempla, asimismo, una subida salarial del 4% en el Gobierno de coalición, aplicando así la subida salarial pactada con Comisiones Obreras y UGT en la Mesa de la función los sindicatos de la Función Pública. En 2022 ya se incluyó un nuevo inccremento del 2% tanto para los ministros como para el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez pasará de cobrar 86.542,08 euros a 90.010,20 anuales.

Estos datos, enfrentados a las retribuciones que reciben presidentes autonómicos como Iñigo Urkullu (106 778 euros) o Pere Aragonés (132 855 euros) además de alcaldes como el madrileño José Luís Martínez Almeida (108.517 euros), suponen una cantidad baja para el economista. "El presidente de España cobra una ridiculez", asegura poniendo el ejemplo de Joe Biden, que percibe 411.000 euros. "Sus ministros van a manejar unos presupuestos de millones de euros, hay que compararlo con el Banco Santander, con el mismo volumen de activos, ya que Ana Patricia Botín cobró unos 9.9 millones de euros", comenta.

Para Niño Becerra es una cuestión de "cobrar más por la responsabilidad que tienen". De hecho, apunta que esto aumentaria la calidad de los perfiles de los gestores públicos. "Si cobraran más, habría personas con mayor capacidad de gestión pública que se verían interesadas por la política". Una situación que se viene repitiendo en tiempos democráticos. "No es que ahora cobren poco, siempre han cobrado poco todos los presidentes", añade.