Boris Johnson abandona la carrera para regresar a Downing Street. El ex primer ministro británico ha anunciado este domingo que finalmente no presentará su candidatura para volver a gobernar en Reino Unido y sustituir así a Liz Truss tras su dimisión. «Existe una gran posibilidad de que tenga éxito en las elecciones con los miembros del Partido Conservador, y que de hecho pueda estar de vuelta en Downing Street el viernes», ha dicho Johnson en un comunicado. «Pero en el transcurso de los últimos días, tristemente, he llegado a la conclusión de que esto simplemente no sería lo correcto», ha añadido. Por lo tanto, Johnson ha decidido no continuar en su presentación al liderazgo «tory» al no poder «gobernar con eficacia» a pesar de que ha confesado que se encontraba respaldado por 102 diputados. El político, que dimitió el pasado julio, ha admitido que se sentía atraído de volver al poder por la victoria electoral que obtuvo su formación en los comicios generales de 2019, pero resaltó que el Gobierno debe centrarse ahora en los problemas económicos que afrontan las familias en el Reino Unido. Con la decisión de Johnson, Rishi Sunak se postula como el nombre más sonado para liderar el Partido Conservador. Justamente este domingo, el exministro de Finanzas británico ha presentado formalmente su candidatura a primer ministro de Reino Unido y líder del Partido Conservador. «El Reino Unido es un gran país, pero nos enfrentamos a una profunda crisis económica. Por eso me postulo para ser líder del Partido Conservador y su próximo primer ministro. Quiero arreglar nuestra economía, unir a nuestro Partido y cumplir por nuestro país», ha señalado en un mensaje de Twitter. A pesar de que Sunak contaba con el apoyo de 128 parlamentarios, Johnson le seguía con poco más de 70 apoyos públicamente. No obstante, según el expremier, ya contaría con más de los 100 «tories» necesarios para optar a la elección de primer ministro y líder del Partido Conservador. Johnson regresó este sábado de Miami a Reino Unido para competir por el liderazgo, recibiendo el apoyo de docenas de legisladores conservadores. Para algunos legisladores conservadores, Johnson es un ganador de votos, capaz de atraer a todo el país no solo con su celebridad, sino también con su tipo de optimismo enérgico. Para otros, Johnson es una figura tóxica y la pregunta es si podrá convencer a las docenas de legisladores que lo abandonaron de que él es ahora la persona que puede unir al partido y cambiar su fortuna. Todo esto sucede tras la dimisión de la ex primera ministra británica Liz Truss, quién decidió abandonar el cargo tras unos días de tensión y críticas por su plan económico donde la bajada de impuestos era la gran protagonista.