Feijóo se enreda en sus propias inconcreciones

Hace exactamente dos semanas que Carlos Lesmes dimitió como presidente del Consejo General del Poder Judicial. Hace dos semanas, pues, de la reunión convocada inmediatamente entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Parecía que se desbloqueaba la negociación, después de casi cuatro años de bloqueo por parte del Partido Popular. Se pidió retirar los focos y se aseguró que las conversaciones continuarían de manera discreta y que el resultado no podía demorarse en el tiempo.

En medio ha habido un nuevo cara a cara entre Sánchez y Feijóo en el Senado, en el que se aparcó la renovación de la cúpula de los jueces, en el que Pedro Sánchez moderó el tono para no romper nada en este sentido y en el que Feijóo elevó el tono contra Sánchez, para agradar a los que, dentro de su partido, no quieren ningún tipo de acuerdo. Y así estamos, dos semanas después, sin ninguna novedad al respecto. Fuentes cercanas a algunos de los negociadores nos decían que el acuerdo sería cuestión de días, y que si se prolongaba en el tiempo sería una mala señal. Nada sabemos, todavía, a día de hoy.

Salvo que Feijóo ha endurecido su discurso sobre todo lo que tenga ver con iniciativas del Gobierno, hasta le hemos visto ir a Bruselas a criticar medidas que Bruselas avala, o proponer remedios para la crisis que parecen improvisaciones sin excesivo fundamento, porque desde que las medidas económicas propuestas por Liz Truss, y aplaudidas por el PP, se la llevaron por delante, Feijóo parece haber abandonado la senda de la bajada de impuestos, o al menos no la defiende con tanta vehemencia.

Se ha enredado el líder del Partido Popular en sus propias inconcreciones y en las críticas al Gobierno, en las que a menudo se pueden apreciar errores de peso, e intenta salir del lío con el único argumento de que este Gobierno tiene que retirar los Presupuestos. Otro titular, tras el de que en este Gobierno son muchos y tiene mucho gasto. Hombre, si solo es esta la solución que propone, y un puñado de folios grapados que esgrime en todas sus intervenciones, quizás no sea demasiado. Este país se merece saber cuál es la alternativa económica de la oposición y merece saber también si esta oposición está dispuesta a desbloquear la renovación del Poder Judicial.

De momento, empezamos semana con las mismas incógnitas con las que terminamos la semana pasada.