La sanidad pública pone en marcha una terapia pionera contra la adicción a la comida

Madrid

La ansiedad, el estrés, la tristeza o la ira son emociones complejas de manejar. A veces la comida se convierte en la vía de escape y para mujeres como Inés, Elena y Almudena, es una adicción. "La gente piensa que eres gorda porque comes mucho, pero hay muchas razones detrás de eso", explica una de ellas. Las tres están en lista de espera para una cirugía bariátrica. Es un proceso al que se someten las personas con obesidad y complicaciones médicas de riesgo como la diabetes, problemas articulares o cardíacos. El problema es que la operación, por si sola, no sirve. "Los datos demuestran que a los dos años empiezan a recuperar peso y al cabo de cuatro más de la mitad están solicitando una nueva intervención", explica Gabriel Rubio, jefe de Psiquiatría del 12 de Octubre. Para anticiparse a ese escenario, este hospital ha puesto en marcha una psicoterapia de grupo pionera en la sanidad pública española: una terapia contra la adicción a la comida.

Ejercitar el músculo de la resistencia

Elena pesaba 130 kilos y gracias a la terapia ha conseguido perder 15. Inés pesaba 113 y ha bajado hasta los 100. Y Almudena, que es la que menos tiempo lleva en la terapia, está introduciendo ya los primeros cambios en su vida: "Yo antes me comía las sobras de lo que dejaban mis hijas. Ahora me he puesto un cartel en el que pone que 'no soy la basura' y me planifico lo que voy a comer cada día para evitar improvisar". Inés explica que esta semana le ha tocado ejercitar el músculo de la resistencia porque una de las cosas que le ha tocado hacer es poner en su plato más comida de la que le corresponde. "En vez de un filete de pollo pongo dos, aunque no me lo como. Y me cuesta. Me cuesta porque yo estaba acostumbrada a comer mucho más y me quedo con hambre".

Pensamientos saboteadores

Sara Solera es la psicóloga clínica que les enseña a gestionar las emociones. "Los pensamientos saboteadores son los que nos dan permiso, nos auto engañan y mantienen el problema: Ya empezaré mañana la dieta, por un poquito no importa... son frases que nos decimos todos y que nos hacen comer lo que no debemos". En esta terapia solo hay mujeres y Yolanda Guerrero, enfermera especialista en psiquiatría y salud mental, explica que también les enseñan a pensar en sí mismas. "Ellas tienen que ser su prioridad. Las mujeres solemos tener el rol de cuidadoras de la familia y de los demás y siempre nos ponemos al final. Parece que cuando una se cuida y se pone en primera persona es más egoísta o que no le importan los demás. Y no es así. Aquí insistimos en que pido ayuda porque sola no puedo y dedico mi tiempo y mi esfuerzo a mi, porque soy importante".

Ser psicológicamente fuertes

Lo peor de la semana para Elena ha sido que ha tenido un cumpleaños y siente, al igual que sus compañeras, que la gente no termina de entender el proceso por el que están pasando: "Todo el mundo está haciendo lo que tu no puedes y encima te miran mal. Te critican y te dicen: Te has dejado comida en el plato, has comido poco, come un poco más... no se dan cuenta de que es como si metes a un alcohólico a una fiesta y le invitas a copas". Las tres coinciden en que esta terapia les hace ser psicológicamente fuertes. También fuera del hospital, porque han creado un grupo de Whatsapp en el que comparten sus miedos, sus inseguridades, sus errores... y también sus alegrías. "Cuando me subo a la báscula y veo que he perdido un kilo... esa sensación no se puede explicar. Es una satisfacción inmensa, porque esto es una lucha contigo misma", dice emocionada Inés.