Del 'calvo' a 'la cadena de décimos': así han evolucionado los anuncios de Lotería de Navidad en los últimos años
Durante siete años se mantuvo la misma idea de spot, pero en 2005 se fue cambiando el estilo hasta el que se emplea en la actualidad, donde se apela a los sentimientos con historias personales
Madrid
El anuncio de la Lotería de Navidad es uno de los más esperados del año. Para muchos, supone el inicio de la cuenta atrás para una de las épocas más emotivas del año. También es una publicación que gusta por los valores que transmite desde hace décadas: el amor, la solidaridad, la unión familiar y, sobre todo, la ilusión, que si es compartida, es mejor.
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El día del estreno suele convertirse, además, en uno de los temas de la jornada y suele ser tendencia en todas las redes sociales. Con el paso de las décadas, se ha ido generando una gran expectación en torno al anuncio, que ahora más bien es un cortometraje por su elaboración y extensión. Como consecuencia de estas mejoras, también se ha ido perfeccionando la técnica e historias que cuenta.
Antes, el signo inequívoco de que la Navidad estaba a la vuelta de la esquina era ver en la televisión el conocido como 'Calvo de la Navidad', un personaje que se hizo famoso por su apariencia enigmática y por traer la felicidad a su paso. La música que acompañaba el anuncio también era reconocida por todos. Pero hace unos años, Loterías de Estado decidieron dar un vuelco a su imagen y crear otros formatos que tienen algo en común: tocar la fibra de los espectadores (además de incitar a la compra de décimos).
Desde 1998 a 2005
El actor británico Clive Arrindell protagonizó durante siete años el famoso anuncio de la Lotería de Navidad. La primera vez fue en 1998. Todos ellos compartían la misma sintonía y también el mismo estilo, siempre en blanco y negro, con una ciudad sacada de otra época. El anuncio comenzaba cuando el enigmático hombre, vestido de negro, cogía una bola de cristal, miraba a través de ella para luego recorrer diferentes lugares repartiendo a su paso ilusión y esperanza. La nieve que siempre estaba presente era otro signo de su identidad. Pronto su imagen se popularizó, convirtiéndose en un símbolo de la Navidad en España y pasó a ser conocido por todos como El calvo de la Navidad.
La duración del anuncio era de aproximadamente un minuto. Este formato se mantuvo durante siete años, siendo 2005 el último protagonizado por el querido Calvo. En las últimas entregas, el color en la imagen fue ganando protagonismo y ya en 2005, el último, se hizo casi íntegro en color.
2006, nueva imagen
El anuncio fue cogiendo más o menos la forma habitual que se conserva hoy en día. La voz del narrador era la que transmitía el mensaje de la Navidad sobre una sucesión de imágenes que mostraban diferentes momentos propios de esta época y cargados de emotividad. "Lotería de Navidad. Es lo que toca", era el eslogan de ese primer año sin el ya mítico Calvo.
Historias cargadas de emotividad
En los últimos años, el anuncio ha ido ganando notoriedad y se ha convertido en algo más que un simple reclamo para vender décimos. Se cuentan historias cargadas de sentimiento, con protagonistas entrañables y mensajes potentes. También aumenta considerablemente su duración, ya no son de un minuto, son de 3 minutos hasta incluso de 5. Estos son algunos de los más característicos de los últimos años:
Justino robó el corazón a todos. Era el vigilante de seguridad de una fábrica de maniquís, trabajaba solo y de noche. Pero siempre intentaba hacer la vida feliz a todos sus compañeros de trabajo. El 22 de diciembre toca la Lotería en su empresa, pero él no había comprado décimo. A su llegada para comenzar la jornada laboral tras el sorteo, sus compañeros le devolvieron de la mejor manera posible lo que él había hecho por ellos tiempo atrás.
El gruñón Juan fue el protagonista de 2018. Este vecino repetía día tras día el 22 de diciembre. Le tocaba el décimo, pero su avaricia le hacía querer tener más y más y nunca terminaba el 22 de diciembre para él. Hasta que un día algo cambió. Compartió su premio, dio esperanza a alguien que lo necesitaba y su suerte cambió. Con este anuncio se quiere lanzar el mensaje de que compartir es el mejor premio.
En 2019 el anuncio no fue solo uno. Se hicieron diferentes microhistorias que apelaban a la emotividad, al sentimiento y a la unión con las personas que queremos.
El de 2020 fue uno de los más esperados después de los estragos que había ocasionado la pandemia en todo el país. La distancia de seguridad y las mascarillas aparecen reflejas en el anuncio. Pero también queda constancia de la solidaridad que hubo en esos meses en los que no se podía salir de casa.
"Compartimos la suerte con quien compartimos la vida". Ese fue el eslogan del último anuncio de Lotería de Navidad, el de 2021. De nuevo, la idea de compartir la felicidad es la protagonista. Un pueblo resulta agraciado con el Gordo gracias a la iniciativa de un anónimo que decide regalar un décimo a un vecino y ese espíritu se traslada a todos los demás, generando una cadena de regalos misteriosos.