El misil ruso que terminó siendo ucraniano: cronología de las tensas horas que evitaron la guerra entre Rusia y la OTAN
La escalada de tensión que se vivió desde la tarde del martes hasta el mediodía del miércoles evidencia el riesgo de conflicto militar entre ambos bloques. Fuentes de inteligencia de EEUU y Polonia se precipitaron, aseguraron que era un ataque ruso a territorio OTAN y dispararon el nerviosismo
Madrid
Corrían las 15:40 del martes 15 de noviembre cuando, de pronto, al menos un misil de procedencia desconocida impacta en el pequeño pueblo de Przewodow, con apenas 500 habitantes y situado a 6 kilómetros de la frontera con Ucrania. El proyectil impacta en el terreno de una finca junto a un tractor en el que iban subidos dos hombres, de entre 50 y 60 años, que mueren en el acto. Varios testigos aseguran haber escuchado "dos explosiones" y la policía y el ejército polaco comienzan sus investigaciones sobre el terreno, en el que hay cráter de unos cinco metros de diámetro y dos de profundidad. Al mismo tiempo, en Bali, Indonesia, los líderes de los países del G20 cenaban juntos y muchos de ellos insistían en condenar la invasión rusa de Ucrania, pidiendo a China que seduzca a Putin para que cese en su empeño.
Durante la mañana, Rusia había lanzado un ataque con 90 misiles repartidos por 17 regiones ucranianas, entre las que se encontraba Lviv, muy cerca de la frontera con Polonia. La ofensiva dejó un muerto, seis heridos y cerca de 30 infraestructuras, algunas de ellas clave, destruidas. Sin embargo, desde el ministerio de Interior ucraniano aseguraron que su escudo antiaéreo logró destruir 70 de estos misiles antes de su impacto. Tras la habitual condena de los países occidentales al ataque, comienzan a llegar las primeras informaciones sobre el proyectil que ha matado a dos hombres en Polonia, territorio OTAN.
Pasadas las 18:00 horas ya circulan las imágenes del cráter y del tractor destruido. Surgen entonces dos teorías sobre el posible origen del misil. Por un lado, la que habla de un proyectil ruso lanzado contra territorio polaco y, por tanto, de la Alianza Atlántica. De confirmarse, se trataría de una agresión militar a un país miembro, lo que daría argumentos para una respuesta de la OTAN en su conjunto, como así dice el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte. Por el contrario, otros aseguran que podría tratarse de un disparo de la defensa antiaérea ucraniana que haya terminado en suelo polaco de forma accidental.
Ante la posibilidad de que se trate del primer escenario, la tensión se dispara. Una hora más tarde, a las 19:00, el Gobierno de Varsovia convoca una reunión de emergencia de la Oficina de Seguridad Nacional "debido a la situación de crisis". El nerviosismo que se vive en Europa choca con la calma que disfrutan la mayoría de sus líderes en Bali, donde, por el momento, duermen placidamente. Sin embargo, un miembro de la CIA filtra a la agencia Associated Press (AP) que creen que se trata de un misil ruso, la información se publica y saltan las alarmas en Occidente.
Rusia, que tiene por costumbre desmentir todas las acusaciones en las que hay víctimas de por medio, no tarda en negar su papel en el asunto. Según indicó Reuters, el Ministerio de Defensa ruso asegura que se trata de "una provocación deliberada de los medios polacos para provocar una escalada de tensión en el conflicto". Además, indica que "no se ha producido ningún ataque este martes cerca de la frontera y los restos publicados por los medios polacos no tienen nada que ver con las armas rusas".
Casi en paralelo, los líderes de las repúblicas del Báltico condenan lo sucedido con un mensaje en el que destacan que "¡Cada centímetro de la OTAN territorio debe ser defendido!". Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, emite un mensaje en su canal de Telegram, donde asegura que "son misiles rusos" y que supone "una escalada muy significativa". En este sentido, añade que ya ha advertido muchas veces que "el terror no se limita a nuestras fronteras nacionales". Estos mensajes avivaban la tesis de un ataque de Moscú, por lo que se podía esperar una hipotética respuesta militar de la OTAN contra Rusia.
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05:58
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La llamada a la calma que terminó en "posiblemente fue un misil ucraniano"
La reunión que estaba teniendo lugar en Varsovia centraba todas las miradas, pero se alargaba sin que trascendiera ninguna información adicional. Sin embargo, llega desde Washington la primera información que pone en duda que se trate de un ataque con un misil ruso, además del desmentido del Kremlin. El portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, Pat Ryder, asegura que no tienen "ninguna información en este momento para corroborar esas afirmaciones", en una clara llamada a la prudencia.
Apenas una hora más tarde, Reuters asegura que Polonia está estudiando aplicar el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que hace referencia a llevar a cabo consultas con todos los miembros de la Alianza para elaborar una respuesta conjunta ante un ataque. Invocar este artículo significa afirmar que Rusia es el responsable del ataque, por lo que el foco regresaba de nuevo a Varsovia y a su reunión de emergencia, en busca de la confirmación oficial de este extremo.
En torno a medianoche, el Ministerio de Exteriores de Polonia publicó un comunicado de prensa en el que hacía referencia a un ataque con un "misil de fabricación rusa", por lo que anunció la convocatoria del Embajador de Rusia. Acto seguido, el presidente polaco, Andrzej Duda, señala que van a reforzar militarmente la frontera y anticipa una reunión Consejo de Seguridad Nacional para el miércoles. Sin embargo, el propio Duda admite de forma posterior que "no hay pruebas inequívocas" sobre el origen del proyectil, pero admite que es "muy probablemente de fabricación rusa", mientras "los análisis continúan". Además, confirma que están estudiando aplicando el mencionado artículo 4.
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Es entonces cuando muchos de los líderes del G20 son sacados de sus dormitorios para reunirse de urgencia en su hotel. Un encuentro en el que están presentes los presidentes de los países miembro de la OTAN y del G7 que habían viajado a Indonesia, entre los que se encuentran Joe Biden, Emmanuel Macron o Pedro Sánchez. Tras la conferencia conjunta, Biden asegura ante los medios que es "poco probable" que el misil que impactó en Polonia haya sido lanzado por Rusia. En este momento, comienza la desescalada de la tensión.
A primera hora de la mañana, se emite un comunicado de prensa conjunto que enfría nuevamente la situación y aleja una respuesta militar de la OTAN. Los líderes del G20 ofrecen "todo el apoyo y asistencia a la investigación en curso en Polonia" y señalan que han acordado "permanecer en estrecho contacto para determinar los próximos pasos apropiados a medida que avanza la investigación". Ni rastro de la presunta autoría rusa del ataque.
A las 10 de la mañana del miércoles, la OTAN celebra una reunión que concluye una rueda de prensa rotunda: "No conocemos los detalles de la investigación en curso, pero esto posiblemente fue causado por un misil de defensa aérea ucraniano y no un ataque deliberado sobre territorio de la OTAN". A ello se le suman unas declaraciones del presidente de Polonia, en las que asegura que "es probable" que el proyectil "fuera lanzado por Ucrania" y agregó que "nada indica" que se tratara de un "ataque intencionado contra Polonia". Así, se despejaban todas las dudas y desaparecía la tensión a un posible enfrentamiento militar entre la OTAN y Rusia, "un escenario que todos queremos evitar", agregó Macron.
Sin embargo, Zelenski ha insistido en la tarde de este miércoles en que no fue un proyectil ucraniano: "No tengo ninguna duda de que no fue nuestro misil", pero tanto desde la OTAN como desde EEUU no han dado demasiada importancia a este desmentido. Según las últimas investigaciones, que no han terminado, se trata de un misil antiaéreo ucraniano que se desvió tratando de derribar uno ruso y terminó cayendo en suelo polaco, acabando con la vida de dos personas.
Carlos de Barrón
Escribo sobre actualidad en Cadena Ser.com, con especial interés en la información internacional. Empecé...