Tricicle: "Es mejor dejarlo arriba, en el superéxito, antes de enseñar nuestro declive"

Madrid

Paco Mir, Carles Sans y Joan Gràcia se han pasado la vida hablando por gestos. Haciendo reír a la gente a carcajadas prácticamente sin decir ni una palabra sobre el escenario. Esta noche sí les hemos escuchado en Hora 25, aunque ha sido para decirnos que se van, que lo dejan. Ya no habrá más Tricicle. Este sábado empiezan sus últimas cinco funciones en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.

"Sentimos preocupación por hacerlo bien, estamos un poquito oxidados y tenemos que recuperar el ritmo que teníamos antes", dice Paco Mir en Hora 25. "Los sentimientos vendrán después, después del último adiós y el último aplauso", añade su compañero Carles Sans. Lo que no se va es la "alegría" por haber llenado, porque eso indica que siguen en forma. "Es el mejor termómetro que puede tener cualquier artista: ver que, a pesar de querer irnos, nosotros seguimos teniendo muchísimo público que nos quiere y eso es muy satisfactorio", dice Sans.

Tricicle lleva 40 años en los escenarios y antes de la pandemia tomó la decisión de dejarlo. Pero el virus lo paró todo y ahora esta despedida es una "espinita" que se quedó sin resolver. "La pandemia suavizó este adiós, porque íbamos a parar nosotros y paró el mundo", cuenta Sans. "Queríamos un teatro lleno, sin mascarillas, que la gente se riese y nosotros les viésemos reír", explica Mir.

¿Por qué? ¿Y por qué ahora? "El 40 parecía un número redondo", responden. Bueno, eso y las ganas de recuperar su vida los fines de semana, después de cuatro décadas haciendo funciones por toda España. "Es mejor dejarlo arriba, en el súper éxito, y también porque hacemos un tipo de teatro físico que exige estar en perfecta forma y tener una edad que te lo permita. Entonces, antes de enseñar nuestro declive, qué mejor que dejarlo en el Olimpo", cuenta Paco Mir. Su compañero también explica que, cuando llevas toda la vida inventando gags divertidos, llega un momento que se hace difícil seguir creando sin repetirte.

Tricicle nació a finales de los años 70. Los primeros pasos, en un café teatro de Barcelona. El salto, su encuentro con Chicho Ibáñez Serrador y su aparición en el 'Un, dos, tres'. "Fue aparecer en el 'Un, dos, tres' y caímos en picado para los elitistas (del humor inteligente) y pasamos a ser lo peor de lo peor del teatro catalán y estamos sacando la cabeza ahora mismo, ahora que lo dejamos sacamos la cabeza", cuenta Mir, que recuerda lo que era grabar gags para la televisión en su época de 'Chof'. "Grabar televisión y humor es deprimente para cualquier humorista, porque los cámaras lo único que quieren es que llegue la pausa del bocadillo, nadie se ríe, tienes una sensación de fracaso total desde el primer segundo".

Los humoristas echan la vista atrás, repasan su carrera, sus mejores espectáculos y por qué les encanta la vida sobre los escenarios. "Los primeros años de cualquier arista son los mejores; los más creativos, los que tienes más ganas, los que te suceden cosas más excitantes. Luego cuando el éxito está ahí te condicionan más cosas, entran otros condicionantes que te hacen disfrutar no tanto", reconoce Sans. "Tienes la grandísima satisfacción de que eres un grupo de éxito, de que allá donde vas llenas el teatro, pero la excitación de los primeros tiempos ya no la tienes", añade. No obstante, su compañero destaca con orgullo que nunca le han fallado a su público. "Nuestro gran emblema es que no hemos defraudado nunca; hemos tenido que trabajar al 100% para que nadie nos diga que hemos trabajado de puntillas", dice Mir. Y eso, añade Sans, hace que hoy formen "parte de la memoria emocional de mucha gente en España". La razón de todo es fácil: "Es tan bonito hacer reír".