El Supremo eleva a nueve años la condena a los jugadores del Arandina, pero cree que hubieran sido diez sin la ‘ley del solo sí es sí’

El Supremo ha elevado a nueve años la condena contra dos exjugadores de la Arandina Club de Fútbol por agredir sexualmente en 2017 a una menor de 16 años. Es un año menos de lo que pedía la Fiscalía al entender el tribunal que hay que aplicar la norma más favorable que es la ley del sólo sí es sí. La Sala de lo Penal subraya que la Ley del Ministerio de Igualdad «podrá aplicarse en beneficio del reo, pero analizando caso por caso y no de forma global, tanto en asuntos pendientes de juicio, recursos de apelación y casación y en ejecutorias penales». Los magistrados estiman el recurso del Ministerio Público eliminado la atenuante sobre la cercanía de edad entre los encausados y la víctima, que había aplicado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, pero no impone los 10 años que quería el fiscal porque, dicen, la ley del «solo sí es sí» permite imponer nueve años. Los dos futbolistas del Arandina habían sido condenados a penas de 3 y 4 años por abuso sexual. Sin embargo, al desaparecer este delito, quedan condenados por el de agresión sexual. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha defendido este martes la solidez de la ley después de la decisión del Supremo. «Con la ley solo sí es sí el caso Arandina no es abuso, es agresión», ha señalado Montero en su cuenta de Twitter, donde ha resaltado que la norma «es sólida, combate la impunidad y sobre todo protege a todas las víctimas, también las que no denuncian, frente a todas las violencias». «Hay que aplicar toda la ley», ha sentenciado la ministra, que en las últimas semanas ha sido objeto de críticas por la rebaja de algunas penas a agresores que ha comportado la entrada en vigor de la ley de garantía integral de la libertad sexual. En diciembre de 2019, la Audiencia de Burgos condenó a 38 años de cárcel a cada uno de los tres exjugadores de la Arandina Club de Fútbol por la agresión sexual a una menor el 24 noviembre de 2017. Sin embargo, al revisar la sentencia, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León absolvió a uno de ellos y rebajó la condena a otro a cuatro años de cárcel y al tercero a tres años al calificar los hechos de abuso sexual y no de agresión. Lo hizo porque no consideró probada la existencia de intimidación -que en ese momento clave para contemplar la agresión sexual- y calificó los hechos de abuso sexual con la atenuante de la cercanía de edad y de madurez de los encausados y la víctima. Ahora el Supremo agrava las penas a los dos condenados al suprimir la atenuante analógica que aplicó el TSJ de Castilla y León, por lo que atiende la petición de la Fiscalía al declarar «que no es posible aplicar esa atenuante por carecer de cobertura legal». El fiscal sostenía en su recurso que, según la nueva norma de la Ley del solo sí es sí, que eliminó el delito de abuso sexual, los hechos son constitutivos de agresión sexual a menor de 16 años, sancionado con entre 6 a 12 años de cárcel, de modo que mantenía su petición de 10 años por encajar en la nueva horquilla de penas. Sin embargo, el Supremo precisa que impone a los acusados una pena inferior a la que habría correspondido antes de la entrada en vigor de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, «al ser ahora menor la penalidad en un año de prisión en este caso concreto y tener que rebajar la pena en beneficio del reo». Dicho de otro modo, el alto tribunal hubiera elevado la pena a diez años y no nueve con la norma anterior a la ley del sí es sí, pero la reforma impone aplicar la pena más beneficiosa al reo, que en este caso se cifra en un año menos. La sentencia condenatoria de la Audiencia Provincial de Burgos de 2019 recogía en sus hechos probados que la niña contactó con los jugadores a través de Instagram, que mantuvieron «numerosas conversaciones», que se enviaron «mutuamente fotografías en ropa interior» en el caso de uno de ellos, que mantuvieron una conversación de contenido sexual pero sin que fuese con seriedad y que, finalmente, uno de ellos le invitó a subir al piso. Una vez allí llegaron el resto de acusados y un cuarto jugador no involucrado. Uno de ellos «apagó todas las luces de la estancia, se desnudaron», desnudaron a la chica después de que pasara por el baño y «ella se cruzó los brazos y no supo como reaccionar, quedándose paralizada» ante la agresión sexual múltiple. Después mantuvo relaciones con uno de ellos, Raúl Calvo, en una habitación sin que quede probado que fueran forzadas. La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha eludido responder si la decisión del Supremo de haber avalado por primera vez una rebaja de pena tras la aplicación de la Ley del sólo sí es sí en el ‘caso Arandina’ provocará la reforma de esta norma, de la que defendió que “busca proteger a las víctimas”. Lo dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que manifestó su respeto a las resoluciones judiciales como la del Supremo, cuyo contenido se comprometió a analizar “detenidamente”. Pilar Llop centró su intervención en una defensa cerrada de la Ley del sólo sí es sí, de la que destacó que “cambia todo un modelo de política criminal contra la libertad sexual” al eliminar la distinción entre agresión sexual y abuso, lo que implica una “reorientación de las penas”, en la línea de lo sucedido en Suecia e Inglaterra. Repreguntada por si la decisión del Supremo provocará la reforma de la norma, llamó a la prudencia e insistió en que “analizaremos detenidamente” los argumentos utilizados por el Alto Tribunal.

El Supremo eleva a nueve años la condena a los jugadores del Arandina, pero cree que hubieran sido diez sin la ‘ley del solo sí es sí’

El alto tribunal cree que este incremento de la condena hubiese sido mayor sin la ley del 'solo sí es sí', con lo que avala por primera vez una rebaja de pena por su aplicación y señala que la norma podrá usarse en beneficio del reo, aunque analizando caso a caso

Pedro Jiménez

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