La ley del 'solo sí es sí': ¿la reducción de penas desprotege a las mujeres?

Madrid

La ' ley del solo sí es sí' entró en vigor el pasado 7 de octubre y desde entonces al menos 17 Audiencias Provinciales han dicho que rebajarán las penas a agresores sexuales aplicándola. Este cambio abre también el debate sobre si más tiempo entre rejas es sinónimo de mayor seguridad, y si la reinserción es más importante que el encierro.

En España hay, en general, penas más altas que en la media de la Unión Europea, no solo para los delitos sexuales. Es lo que algunos expertos califican como "populismo punitivo", prometer o establecer penas más altas como herramienta para conseguir más votos en las urnas, porque da una falsa sensación de seguridad a la población. Sin embargo, un aumento de los años en prisión no está relacionado con una reducción de la delincuencia. La catedrática de derecho penal de la Universidad de Cádiz, María Acale, pone como ejemplo la reforma del Código Penal del año 2010, que redujo las penas por tráfico de drogas sin que estos delitos aumentaran después.

"Asociar una reducción de la delincuencia al miedo a ir a prisión es infantilizar a la sociedad y tratar a la ciudadanía como si dejara de cometer delitos por conveniencia", dice Acale, que añade, además, que en el caso concreto de los delincuentes sexuales no hay un cálculo económico, como puede ocurrir con otros delitos. "El delincuente sexual actúa por impulsos", explica esta profesora.

Otras asociaciones, como la de mujeres juristas de Themis discrepan de estas reducciones. Han presentado alegaciones en todas las fases de la tramitación de la norma. "Las penas que ya existían eran proporcionales atendiendo al daño que padecen las victimas, sobre todo atendiendo a otras penas para otros delitos", dice la presidenta de la organización, Ángeles Jaime de Pablo.

Educación y reinserción, las claves para reducir la reincidencia

En lo que sí coinciden todos los expertos es en poner el foco en dos factores: la prevención y la reinserción, que tienen como punto en común la educación. En el caso de la prevención, los expertos señalan la educación entre los más jóvenes como una herramienta clave. Si hablamos de reinserción, la labor fundamental pasa por las prisiones. "El tiempo en la cárcel no debe ser un tiempo de encierro sin más", explican. De hecho, uno de los puntos de la nueva ley establece que "las administraciones públicas promoverán programas específicos dirigidos a favorecer la reinserción y prevenir la reincidencia de las personas condenadas por delitos contra la libertad sexual".

"Con los programas de intervención adecuados, lo más probable es que los condenados por delitos sexuales no vuelvan a reincidir", explica Meritxell Pérez, criminóloga, psicóloga y secretaria general de la Fundación para la Investigación Aplicada en Delincuencia y Seguridad (FIADYS). En España, los casos de reincidencia de los delincuentes sexuales suponen el 20% del total, una cifra relativamente baja, pero el dato podría reducirse aún más con un incremento de la atención a los presos. "Hay presos que acceden a la libertad sin aprender a disfrutar de ella, sin reinserción, un factor que puede generar reincidencia", dice la catedrática Acale.

División en el Gobierno

La aplicación de la ley ha provocado diferencias incluso en el seno del Gobierno. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha defendido la solidez de la norma después de la decisión del Supremo. "Con la ley solo sí es sí el caso Arandina no es abuso, es agresión", señaló Montero en su cuenta de Twitter, donde ha resaltado que la norma "es sólida, combate la impunidad y sobre todo protege a todas las víctimas, también las que no denuncian, frente a todas las violencias". Sin embargo, en el ala socialista del Gobierno la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que si se detectan “lagunas” que puedan desproteger a las víctimas no debe haber ninguna “prevención” a la hora de abordar modificaciones. "A lo largo de toda mi carrera como jurista he visto modificaciones de leyes. A las modificaciones de leyes nunca hay que tenerles ningún tipo de prevención, pero lo más importante es la protección de las víctimas y la finalidad” de la norma", ha añadido.