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Condenan insultos racistas contra Coman y Tchouameni por fallar sus penaltis en al final del Mundial

"El racismo no tiene cabida en el deporte ni en nuestra sociedad", ha señalado el Bayern de Múnich, club de Kingsley Coman

Kingsley Coman falla su penalti en al final del Mundial ante Argentina / GIUSEPPE CACACE

El Bayern de Múnich ha condenado "enérgicamente" los comentarios racistas contra su jugador francés Kingsley Coman en redes sociales tras su error en la tanda de penaltis de la final del Mundial de este domingo en la que Argentina se proclamó campeona del mundo. "El Bayern condena enérgicamente los comentarios racistas vertidos hacia Kingsley Coman. La familia del Bayern te apoya, King", compartió el club en sus perfiles de la red social Twitter este lunes.

Tanto el jugador del Bayern como su compañero de selección Aurelien Tchouameni, quienes erraron sus lanzamientos en la tanda de penaltis de la final, habrían recibido numerosas críticas en redes sociales, algunas de ellas de carácter racista. "El racismo no tiene cabida en el deporte ni en nuestra sociedad", expresó con rotundidad el club bávaro en Twitter. Argentina alzó el trofeo después de imponerse 4-2 en la tanda de penaltis de un encuentro que finalizó 3-3 tras los 120 minutos de juego, prórroga incluida.

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Una situación que recuerda a la que vivieron Marcus Rashford, Jadon Sancho y Bukayo Saka tras fallar sus penaltis en la final de la Eurocopa de 2021 ante Italia. Los tres jugadores ingleses recibieron un aluvión de insultos racistas. Sin embargo, pronto fueron defendidos por muchas autoridades en redes sociales pidiendo un llamamiento de clama y respeto. La propia FA se mostró "consternada" tras presenciar todo lo que sucedió en junio del año pasado: "Cualquiera que esté detrás de un comportamiento tan repugnante no es bienvenido siguiendo al equipo. Haremos todo lo posible para apoyar a los jugadores afectados a la vez que instan a los castigos más duros posibles para los responsables", publicaron en ese momento.

Rashford vio como un mural en su honor en su localidad natal, Withington (en el sur de Manchester), apareció pintado con insultos racistas y como una de sus vecinas se dedicó a ocultarlo e intentar dejar el mural con una imagen impoluta. En su día, esta iniciativa llegó a ojos del futbolista del Manchester United que se encargó de agradecer en un comunicado. "Soy Marcus Rashford, tengo 23 años, y soy un hombre negro de Withington y Wythenshawe, en el sur de Manchester. Si no tengo nada más, eso es lo que tengo", dijo el jugador del Manchester United.

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