Sociedad

Las polémicas más sonadas de la Lotería de Navidad: del lío con las bolitas al premio cantado por error

El 22 de diciembre puede ser un día de júbilo para algunos, pero también una cita frustrante para muchos otros

El momento más polémico de la Lotería de Navidad en los últimos años. / Getty

Las menos de cuatro horas que dura el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad dan para mucho: para reír, para llorar, para frustrarse y, cómo no, para compartir. Pero más allá de las emociones propias de cada 22 de diciembre, de vez en cuando también hay tiempo para la polémica.

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Desde que la rifa nació tal y como se conoce hoy en día, allá por el 1892, han sido muchas las anécdotas: desde sueños proféticos que supuestamente condujeron a comprar décimos agraciados hasta gestos sospechosos en el Teatro Real que han dado pie a decenas de teorías conspirativas.

Estas son algunas de las polémicas que más ruido han hecho durante las últimas ediciones del sorteo:

"¡Joder, se me ha caído la bola! No la encuentro"

El día de la Lotería de Navidad no sólo es una ocasión especial para los participantes y para los propietarios de las administraciones. También es el gran momento de los niños de San Ildefonso. No se sabe con certeza por qué los integrantes de este colegio —antes orfanato— son los encargados de repartir suerte, pero lo cierto es que ya se ha convertido en una tradición centenaria escucharles cantar con los nervios a flor de piel.

Precisamente, esos nervios le jugaron una mala pasada a una niña de San Ildefonso en 2006. Después de extraer la bolita del bombo, a la menor se le cayó en una planta y, ante la incertidumbre de no conseguir localizarla, exclamó: "¡Joder, se me ha caído la bola! No la encuentro". Todos los espectadores que seguían el sorteo fueron testigos de su mal trago.

La bolita caída en 2019

En 2019 se vivió uno de los momentos más controvertidos en la historia de la Lotería de Navidad; probablemente, debido a que fue la primera gran polémica en la era de las redes sociales. En este caso, el protagonista no fue un niño de Sal Ildefonso, sino uno de los operarios encargados de revisar los bombos e introducir las bolas en ellos.

En un vídeo que corrió como la pólvora en Twitter, puede observarse cómo el hombre acerca el tubo desde el que caen las bolas al bombo. En mitad de este proceso, se le cayó una bola y, acto seguido, procedió a introducirla en el bombo. En el momento de volver a acercarse al bombo, hizo un gesto que sembró la duda entre muchos ciudadanos: mientras introducía la bola con una mano, pareció introducirse la otra en el bolsillo y, posteriormente, acercarla también al bombo, lo que hizo que muchos especularan con que había introducido otra bola o algún tipo de mecanismo para trucar el sorteo.

Ante el revuelo, Loterías y Apuestas del Estado explicó que, cuando una bola rebota hacia el exterior, el protocolo mandaba que el operario procediera a la "introducción manual de la misma". La explicación no fue suficiente para algunos que, incluso, llevaron a los tribunales el suceso. Sin embargo, la Audiencia Nacional consideró que no había ningún indicio de delito.

360 décimos del tercer premio

Ese mismo año hubo una anécdota, cuanto menos, curiosa. Un estanco situado en el municipio de Mollerussa (Lleida) repartió 18 millones de euros del tercer premio. Hasta aquí, todo normal. Lo peculiar es que todo el dinero fue parar a un mismo vecino que compró 36 series del número agraciado; o lo que es lo mismo, se gastó 7.200 euros en 360 décimos.

"Le hizo gracia el número, tuvo un presentimiento y acabó comprando todas las series", explicaba el vendedor del número, Josep Saló, que despejó cualquier sospecha sobre su cliente. Saló reconoció que le extrañó esa apuesta de "todo o nada", pero que hizo todo lo posible por hacer realidad esa "petición fuera de serie".

¿Qué pasa si un niño canta tu premio... por error?

El sorteo del año pasado tampoco estuvo exento de polémica. Un grupo de participantes, representados por un despacho de abogados de Barcelona, reclamó que sus números habían sido agraciados porque escucharon a los niños de San Ildefonso cantarlos, si bien no percibieron lo que pensaban que les correspondían porque sus números no aparecían en el listado oficial de premios. Según los afectados, se leyeron mal hasta 56 números, un 3,1% de los 1.794 premios en juego.

Pese a la rabia que pueda invadir a los propietarios de los 'décimos fantasmas', el reglamento del sorteo es claro al respecto: los números agraciados son aquellos que aparecen en los alambres —y que, tras una revisión al finalizar el sorteo, se trasladan a la lista oficial— y no aquellos que hayan podido ser leídos erróneamente por los niños de San Ildefonso, que cumplen con su cometido a toda velocidad.

Nuevo lío con las bolitas en 2021

Además de este incidente, en 2021 se produjo un nuevo lío con las bolas. Una de las niñas de San Ildefonso cogió dos bolas del bombo pequeño, el que marca los premios. Una de ellas correspondía a un quinto premio y la otra, a la pedrea. ¿Se llevaría el poseedor del número extraído 6.000 euros por décimo o apenas 100?

El 24198, quinto premio de la Lotería de Navidad 2021. / JOTXO.

El operario encargado de revisar las bolitas le señaló a la niña cuál de las dos debía coger, en función del orden que correspondía: "No, no, coge la bola de abajo, la de abajo". Esta decisión fue la que determinó que el 24198 fuera agraciado con 60.000 euros a la serie.

 
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