El PP, aún más señalado, ya no tiene ningún parapeto

Ayer, y por sorpresa, se desatascó la renovación de los magistrados del Tribunal Constitucional, bloqueada hasta ahora ya saben, por la actitud de los vocales conservadores del Poder Judicial, en clara connivencia con el PP, de vetar la propuesta del candidato progresista. Ayer, se celebraba un nuevo pleno del Consejo general del Poder Judicial, todos pensábamos que de nuevo estaba condenado al fracaso, pero, como si de fútbol se tratara, una jugada ensayada permitió el desbloqueo para sorpresa, sobre todo, de los vocales conservadores que vieron cómo los progresistas sí aceptaban el nombre que proponían, renunciado al suyo propio. Y esto se traduce en un cambio de mayorías en el Constitucional, lo que el PP ha tratado de evitar a toda costa, igual que en el Poder Judicial, y una recuperación de la normalidad institucional, al menos, en el Tribunal de Garantías.

Es evidente que ayer los que mostraron mayor responsabilidad institucional fueron los magistrados progresistas, que sacrificaron a su propio candidato para salir de la situación de anomalía democrática a la que los conservadores, junto al PP, habían llevado al Constitucional. Aunque todavía queda por delante el gran reto, conseguir el desbloqueo para la renovación del Poder Judicial, que lleva ya cuatro caducados, porque el PP, saltándose todas y cada una de sus obligaciones constitucionales, no quiere renunciar a la mayoría en el órgano de los jueces a pesar de que las urnas se la quitaron en las últimas elecciones. Su estrategia de bloqueo solo tiene un objetivo, resistir hasta unas próximas elecciones por si recuperan esa mayoría, llevando, mientras tanto, al Poder Judicial a una erosión democrática sin precedentes.

Así pues, hoy, todas las miradas se vuelven, de nuevo, hacia el partido que lidera Alberto Núñez Feijóo, responsable directo del deterioro institucional. Ayer quedó demostrado que con responsabilidad democrática se puede desbloquear la renovación, solo hace falta quererlo y tener intención de hacerlo. Por ahora, no parece que esto vaya a ser así, pero está claro que tras lo sucedido ayer con la renovación del Constitucional, es el PP el que queda todavía más señalado por su actitud obstruccionista. Y ahora ya no tienen ningún parapeto.