El Vaticano reabre el caso de la desaparición de Emanuela Orlandi 40 años después

Madrid

La justicia vaticana ha reabierto la investigación sobre la desaparición en 1983 de Emanuela Orlandi, la hija de 15 años de un empleado del Vaticano, que ya es conocida como 'La niña del Vaticano'. La noticia se conoce después del estreno de una serie documental de Netflix que cuenta, paso a paso, las circunstancias que rodean la desaparición de la menor. De igual forma, a finales de diciembre, la familia pidió al Parlamento de Italia que se hiciera cargo de la causa casi 40 años después.

El fiscal del Vaticano, Alessandro Diddi, ha vuelto a abrir diligencias para tratar de resolver la desaparición de Orlandi o, al menos, aclarar las extrañas circunstancias en que se le perdió el rastro. Medios italianos han atribuido la decisión judicial a las peticiones formuladas por la familia a través de distintas plataformas, pese a que el comunicado de la Santa Sede no ofrecido detalles del motivo de la reapertura del caso.

No se tuvo más noticias de la joven después de que el 22 de junio de 1983 saliera de su hogar en la Ciudad del Vaticano para ir a una clase de música en Roma. Su padre era un empleado laico del Vaticano. Su desaparición ha sido uno de los misterios más mediáticos en Italia y a lo largo de los años se ha relacionado con todo tipo de asuntos, desde la mafia hasta la corrupción económica cardenalicia.

En un inicio, la menor podía haber sido secuestrada por un grupo extremista turco para pedir la liberación de Ali Agca, el terrorista encarcelado entonces por haber atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981, extremo que nunca llegó a ser confirmado por la Justicia italiana. Posteriormente, surgieron teorías que sugerían que Orlandi fue víctima de una red pedófila dentro del Vaticano. La Fiscalía de Roma investigó también la presunta relación del suceso con la Banda de la Magliana, la organización criminal mafiosa que sembró el terror en la capital italiana durante los años del plomo, que se extendieron de los años 60 a la década de 1980.

El documental de Netflix, 'La chica del Vaticano', que consta de cuatro capítulos, explora estos escenarios y también proporciona un nuevo testimonio de una amiga que asegura que Emanuela le había dicho una semana antes de su desaparición que un clérigo de alto rango del Vaticano le había hecho insinuaciones sexuales.

El secretario de Benedicto XVI niega la existencia de un dossier oculto

El secretario personal del recién desaparecido papa, Benedicto XVI, niega la existencia de un dossier 'fantasma' con información clave y desconocida sobre la desaparición de Emanuela Orlandi. Las afirmaciones del secretario Georg Gänswein sobre el caso aparecen recogidas en un libro que se publicará este jueves bajo el título de Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI.

Concretamente, la documentación sobre el caso Orlandi estaría entre los papeles confidenciales que fueron robados por el que fuera mayordomo de Benedicto XVI y que dieron lugar al escándalo conocido como 'Vatileaks 2', algo que Gänswein ha negado de manera rotunda. "Sencillamente, nunca he recopilado nada en relación con el caso Orlandi, por lo que este expediente fantasma no se ha hecho público simplemente porque no existe", afirmó el principal asistente de Ratzinger en sus años de papado.

Al respecto, aseguró que, cuando trató de indagar sobre el asunto, se le trasladó desde dentro del Vaticano que a largo de los años "se había hecho todo lo posible para ayudar a la familia", afirmaciones que después trasladó a Benedicto XVI.

La apertura de tumbas de 2019

En 2018, el Vaticano permitió la apertura de las tumbas de dos princesas alemanas en el Cementerio Teutónico situado junto a la Capilla de San Pedro, en el marco de la investigación para esclarecer la desaparición. En 2019, cuando finalmente se accedió a ellas, el examen de las mismas reveló que dentro no había ningún tipo de resto humano.

El por entonces director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, explicó que las tumbas estaban vacías, por lo que ni siquiera aparecieron los restos de las nobles alemanas. La autorización de la apertura de las tumbas se produjo porque, en el marco de la investigación, la familia había pedido al Vaticano que investigase una de las tumbas de dicho cementerio, después de que la familia recibiera una carta anónima con una foto de una sepultura y una frase escrita: "Busque donde indica el ángel".

En el Cementerio Teutónico hay una estatua de un ángel que sostiene una sábana con el texto en latín 'Requiescat in pace' (Descanse en paz), mientras que en la lápida hay una inscripción dedicada a la princesa Sofía y al príncipe Gustavo von Hohenlohe, que en 1857 fue nombrado arzobispo por el papa Pío IX.

El hermano de la joven explicó entonces que además de pedir la apertura de la sepultura, la familia había solicitado a la Santa Sede documentos relativos al caso y la posibilidad de escuchar a algunos cardenales que tuvieran información del mismo.