'Como agua para chocolate', el libro de cocina del realismo mágico
Una novela que mezcla la gastronomía, el amor y una realidad mágica que la convierte en una obra emocionante, divertida e inolvidable
'Como agua para chocolate', el libro de cocina del realismo mágico
Laura Esquivel nació en Ciudad de México en 1950. Escritora y guionista, es la autora de diez novelas, entre las que se encuentran la segunda parte de 'Como agua para chocolate' titulada 'El diario de Tita' y la obra que cierra la trilogía, 'Mi negro pasado'. 'Como agua para chocolate' se publicó en 1989 y se convirtió en un gran éxito. Ha sido traducida a más de 30 idiomas y llevada al cine por Alfonso Arau en 1992. Es una novela que mezcla la gastronomía, el amor y una realidad mágica que la convierte en una obra emocionante, divertida e inolvidable.
Cuando lo imposible es posible
Laura Esquivel pertenece a una nueva generación de escritores hispanoamericanos que trata de reducir la complejidad técnica iniciada en el llamado boom de los años 60, para crear una novela a la que el lector pueda acceder más fácilmente, aunque esto no suponga un abandono total de la experimentación ni de la técnica del 'realismo mágico'.
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Este 'realismo mágico' es quizás la herencia más destacable en esta obra. Laura Esquivel narra acciones cotidianas, comunes y naturales, pero en un momento determinado aparece un hecho sorprendente e inexplicable desde el punto de vista de las leyes de la naturaleza. Un relato fantástico causa un efecto de realidad, por lo que el lector encuentra una lógica a lo que está leyendo. El personaje no distingue lo real de lo irreal. Dentro de este género lo imposible es posible.
Los ingredientes de la novela
Como señala Marián Ortiz, el amor imposible, la tradición familiar, la revolución, la gastronomía mexicana, la realidad y la fantasía son algunos "ingredientes" que dan lugar a 'Como agua para chocolate'. La autora plantea una estructura que sigue el curso de 12 meses, un mes cada capítulo y en cada uno de ellos se presenta un plato típico de la comida mexicana. Los ingredientes se exponen al principio y después la receta se va desglosando a lo largo del capítulo. El título de la novela hace referencia a un dicho mexicano que significa 'estar molesto o furioso' y que también indica el estado en que se encuentra la protagonista de la novela.
Según Marián Ortiz, Tita es una víctima más del sistema matriarcal. El rancho familiar está lleno de mujeres, pues el padre de familia falleció. Pero cada una de ellas podría simbolizar un rol diferente, en una época en la que el prototipo femenino se reducía exclusivamente al ámbito doméstico. Mamá Elena simboliza el peso de las antiguas tradiciones en la sociedad mexicana del momento, que coartan el derecho a la libertad de la mujer en la sociedad. Rosaura representa el rol tradicional que apenas ve a la mujer como madre y esposa. En cambio, Gertrudis se aleja de la tradición. Es una mujer fiel a sus convicciones que difieren del rol femenino establecido. Tita está condenada a aceptar lo que le ha tocado vivir para complacer a su madre y no romper la tradición. En ella se produce una revolución que bien podría equipararse al contexto de Revolución mexicana en el que se ambienta la obra.