Qué maravilla la venganza
"La felicidad también es ese alivio que te queda en el cuerpo, esa risita secreta que te da pensando que el otro creía que iba a irse de rositas"
Gailicia
Nada que alegar contra la venganza. Solo faltaría. Es preciosa. La venganza mueve montañas, más que la fe, y ver una montaña en movimiento es siempre un espectáculo. La revancha es salud, años de vida, o semanas, o por lo menos minutos. No se convive con las afrentas civilizadamente, sin más, como si fuesen bellísimas vecinas y no heridas, vergüenzas, rencores, escarnios. Son dolor provocado, y, de vez en cuando resulta agradable rebotarlo, y que regrese al punto de partida. Quizás la venganza solo sea una modalidad más del afán de superación, una forma de ir un poco más allá de lo que fue otro previamente. En todo caso, la existencia se vuelve demasiado larga y saludable si después de que alguien te haga daño tú no puedes joderlo a él. Qué menos. La felicidad también es ese alivio que te queda en el cuerpo, esa risita secreta que te da pensando que el otro creía que iba a irse de rositas. Ganar es bonito, pero ganar el último es mejor. Otra cosa es torturar al resto del mundo con las venganzas personales. Eso no. En la vida no se puede ser coñazo, por favor.
