Arcángel: "No sé por dónde va a salir el tiro con mi último disco. Es mi proyecto más complejo"

Madrid

¿Cómo suena un tema compuesto por Vetusta Morla cuando lo retoca la voz y el talento de Arcángel? Basta escuchar Aurora, el primer single del disco 'Hereje' para tener la respuesta. El resto de temas todavía no se pueden escuchar, porque el disco se lanza en marzo o abril y, por eso, el cantaor está todavía en ese momento en el que no sabe cómo recibirá el disco el público. Es un proyecto arriesgado y al que Arcángel ha llegado cargado de prudencia: "No sé por dónde va a salir el tiro. Estoy expectante, porque este es mi proyecto más complejo". Visto el resultado, su gran satisfacción es ver cómo "hay gente que confía en tu criterio para que metas la mano en su cajón".

Él ha podido meterse en los cajones de Calamaro, Leyva, Rozalén, Juanes, entre otros. Son artistas ajenos al flamenco, pero que han aceptado su propuesta para que él pueda hacer suyas sus temas. El flamenco y el indie son dos géneros especiales, distintos al resto porque "tiñen mucho las cosas y dejan una mancha profunda" y para que salga bien esa fusión es imprescindible que cada uno ponga encima de la mesa lo que sabe y que cada uno esté dispuesto a renunciar a una parte. Ni monólogo, ni imposición.

Poner en marcha una apuesta tan arriesgada no fue fácil. Arcángel se intercambió correos electrónicos con los artistas. "Pensaban en cómo ellos se acercaban al flamenco y yo les dije que no quería que se acercaran a mi mundo", recuerda el cantaor. No se trataba de hacer una "rumba mala", sino de que ellos propusieran una canción como si fuera para ellos, como si fueran a cantarla al día siguiente en un concierto. Y aceptaron. Él bromea con que aceptaron para que él "estropeara" sus canciones. Bromea con el posible resultado, pero detrás del disco hay mucho trabajo y también crisis creativas. "Cada canción tuvo su momento de crisis.

Quizás la más difícil de aceptar fue la de Juanes, por estar más lejos del mundo del flamenco", reconoce Arcángel. Pero el resultado fue el que buscaba. Es consciente de que su trabajo puede generar desconfianza entre los que escuchan música indie y entre los entendidos del flamenco, pero está tranquilo. Su filosofía para encarar las posibles críticas es muy sencilla: "Si no gusta, a otra cosa y si gusta soy el mismo que ayer". No le gusta que le encasillen en la tradición, ni en la innovación. Si tuviera que puntuar su estilo y su forma de entender el flamenco se sitúa en el equilibrio. ¿Todo vale en el flamenco? No. Vuelve al humor y reconoce que el "no mojaría unas gambas en un café". No quiere pisar el charco y no da nombres, pero le basta con decir que él no busca eruditos, pero sí que al menos sepan el abecedario. No tiene el mismo peso, ni la misma solvencia el que no sabe lo básico. Mientras tanto, se conformaría con un "suspenso raspado" cuando salga a la luz 'Hereje', su apuesta más arriesgada.