"Si podemos elegir, siempre elegiremos comer acompañados"

Madrid

Desde siempre, en todas las culturas, la alimentación ha sido un momento social. En las últimas décadas, cada vez son más las personas, sin importar la edad, que comen en solitario. Este cambio tiene un impacto nutricional importante, pues varios estudios aseguran que comer en soledad se asocia a una alimentación más rápida, poco saludable y menos equilibrada.

Xabier Medina es antropólogo y catedrático en la Universidad Oberta de Catalunya y ha desarrollado un estudio con el nombre: “Comer en soledad”. Medina afirma que "el acto de sentarse a la mesa a comer tiene una parte íntima, pero a la vez tiene una parte social y no podemos descuidar ninguna de las dos".

Según el antropólogo, el tabú de comer en soledad ha ido desapareciendo a lo largo del tiempo, ya que antes era "impensable, y se veía como una lacra". El experto en antropología defiende que somos seres sociales, por lo que "si podemos elegir, siempre elegiremos comer acompañados", ya que necesitamos desconectar y eso se consigue gracias a la interacción con más personas.

Xabier Medina no cree que comer solo es sea perjudicial por sí solo. Pero considera que para algunos colectivos como, la tercera edad sí puede llegar a serlo: "El problema real empieza cuando por obligación toca comer solo habitualmente y por desgracia esto ocurre sobre todo con nuestros mayores". A una determinada edad, Medina apunta que una persona puede sentirse como "si el mundo se te echara encima”.