Xavier Sardà: "Antes las redacciones sonaban a máquinas de escribir, teletipos, whisky y partidas de cartas. El silencio de ahora es intrigante"

Madrid

Quequé se ha salido con la suya. En un giro por sorpresa de la actualidad, Héctor de Miguel ha tomado las riendas de una parte de Hora 25, concretamente de la sección de entrevistas reposadas y en profundidad que dirige con denuedo Aimar Bretos. En la semana de la radio, el director de Hora Veintipico ha asaltado por fin los micrófonos de la antena y ha podido disfrutar de 27 minutos de libertad periodística. Los ha aprovechado -siguiendo el formato del programa- para entrevistar a otro titán de la radio, Xavier Sardà.

El periodista ha lanzado una reflexión, a cuenta precisamente de las celebraciones por la semana de la radio. "Sin radio no se podría hacer televisión", dice Sardà. La entrevista se ha grabado íntegramente en vídeo, con Sardà en los estudios de Radio Barcelona y Héctor de Miguel en Madrid. El periodista recuerda cuando encarnaba al señor Casamajor, un misterioso jubilado que ofrecía reportajes y entrevistas insólitas en 'La Bisagra' de RNE. Una vez entrevistó al rey emérito, Juan Carlos I. "Hay dos personas con las que no tengo una relación ideológica especial, el rey y Pujol y los dos me han dado una sorpresa negativa al defraudar. Esto dice de mí que soy un cándido y que ideológicamente soy 'socialero', pero no me gusta que nadie defraude a nivel emocional", señala.

Sardà se hizo cargo de 'La Ventana' en 1993. Él mismo reconoce que no se acuerda de a cuánta gente ha entrevistado. Desde Rocío Jurado a Mariano Rajoy, Xavier Sardà tiene una experiencia interminable como entrevistador. "Yo me he pasado la vida diciendo que no al siguiente paso. No me imaginaba trabajando en la radio, la radio me sonaba a tambor, tambor, tambor y una abuela haciendo ganchillo. Y eso me vino muy bien. Entonces tenías que hacer una radio distinta y competir con Gabilondo y con Del Olmo", recuerda Sardà.

El periodista ha querido rememorar algunos de los peores momentos que vivió en la radio. "El hecho de normalizar que hubiese asesinatos de ETA con una periodicidad extraordinaria. Mataron a 1.000 personas, eso se dice muy pronto. El día de Gregorio Ordóñez, el día que haciendo Crónicas mataron a Ernest Lluch... Cuando te dicen que lo han asesinado, yo pensé inmediatamente si estaba maquillado o no. Pensé quedan 40 minutos y hay que cambiar el programa. Luego Atocha y las Torres Gemelas. Esto es lo que más pesadumbre me generaba, estábamos habituados, pero era complicado", relata.

También Sardà ha recordado cómo eran antes las redacciones: "El silencio que hay ahora en una redacción cuando entras es intrigante. Antes eran todas las máquinas de escribir, los teletipos con papel y luego había whiski, ceniza cayendo y hasta partidas de cartas".

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