Inflación alimentaria: ¿Engordan los costes o los márgenes empresariales?
La inflación de los alimentos baja con mucha discreción en enero y la esperada rebaja del IVA en los alimentos básicos casi no deja huella en los precios. La cesta de productos a los que se les suprimió el impuesto ha bajado de precio solo un 1,6%. La rebaja debía ser, por lo menos, del 4%
Madrid
La rebaja del IVA en los alimentos básicos no está teniendo ni el efecto ni la magnitud esperada. Las patatas, la leche o los huevos debían haber bajado de precio un 4%, sin embargo se han abaratado poco más de un 1%. Los detalles del dato de IPC de enero recogen una ligera caída en la inflación general de la alimentación, pero se mantiene disparada por encima del 15%.
"Cuando se analizan sólo los productos afectados, sí que se aprecian rebajas pero no tan grandes como era de esperar. El impacto más significativo tenía que haberse notado ya en el primer mes de aplicación de la medida", explica en Hora 25 de los Negocios el Director del Gabinete Económico de Comisiones Obreras, Carlos Martín. "Posiblemente, una parte de esa rebaja ha sido absorbida por los márgenes empresariales".
La inflación baja con muchos matices
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Los márgenes más altos desde 2014
El fin de la bonificación a los carburantes ha calentado parte de los costes empresariales. La gasolina y el diésel suben en enero más de un 10% respecto al mismo mes del año anterior y eso sigue añadiendo presión a los costes de la cadena de producción. Sin embargo, mientras los precios en la alimentación siguen creciendo a un ritmo no visto en décadas, el precio de la luz se ha desplomado un 17,5%.
"Estamos asistiendo a un aumento generalizado de los márgenes empresariales, no solo en la distribución, sino en el conjunto de la economía", explica Martín. De acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria y la central de balances del Banco de España, los márgenes empresariales son los más altos desde 2014. "Estamos teniendo un inflación de segunda ronda generada por los beneficios empresariales", concluye el economista.
