"Todos los días rezando para que no pase nada": los ganaderos de Castilla-La Mancha pierden el sueño y las queserías, su capacidad de expansión
La viruela ovina frena la expansión internacional de la joya de la corona manchega: su queso. 40.000 ovejas sacrificadas y otros 3 millones y medio de cabezas están ahora mismo inmovilizadas. Hay millones de litros menos de leche y menos quesos; por supuesto más caros
La viruela ovina frena la expansión internacional de la joya de la corona manchega: su queso
Madrid
Aspas de metal mueven la leche en grande cubas. Aquí comienza un proceso que, a veces, termina en Australia, hasta donde han llegado los quesos de La Ermita. Queso de Oveja al Romero, curado, semi, queso de Cueva; todo ello adobado ahora con lascas de incertidumbre: "Tenemos capacidad de producción, tenemos demanda; pero lo que no tenemos es materia prima. Nuestra producción se ha reducido en torno al 30%".
El principal proveedor de José María tuvo que sacrificar toda su cabaña: 20.000 ovejas; ahora va más lejos y paga más por la leche. Sus quesos han subido en torno a los 2 euros el kilo. Pero lo peor, de largo, se lo llevan los ganaderos de la zona: "Estamos asustados porque el principal foco se ha dado en la zona de San Clemente en Cuenca, que está a unos 70 kilómetros de nuestra ganadería. Todos los días rezando para que no pase nada. Esto es una pesadilla".
Antonio Martínez tiene 3.000 ovejas sanísimas hasta hoy y es el máximo representante del Consejo que vela por la denominación Queso Manchego. Sus cuentas constatan que de momento se han perdido 3 y hasta 4 millones de litros de leche, y que si continúan los sacrificios de ovejas pueden llegar a los 5 millones: "Sé de países de alguna zona del sudeste asiático, cadenas de supermercados de EEUU o del centro de Europa que querían añadir el queso manchego a sus lineales y que no van a poder hacerlo porque no hay queso manchego".
Ser ganadero o regentar una quesería, -confiesa Antonio Martínez-, tiene un alto grado de romanticismo que: guerra, pandemia, Filomena y lo que faltaba, la viruela ovina, empiezan a derretir.
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