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Política

2023 02 22 PELOTEO A CASADO

El análisis de David Junquera sobre los "aliados" que auparon y luego dieron la espalda a Pablo Casado hace ahora un año

Le auparon y luego le traicionaron: qué ha sido de los "aliados" de Casado un año después

Madrid

Esta es la historia de un hombre que quiso reinar y casi lo logró. En 2018, Pablo Casado lo tenía claro: "Yo sí quiero presidir el PP y creo que no hay que esperar a que venga el futuro, hay que conquistarlo". Se plantó en Génova con una caja llena de ilusiones y 5.000 avales. Las imágenes del momento muestran a un joven Casado rodeado de algunas de las caras más visibles del partido. Algunos le auparon en ese momento, pero luego le acabaron empujando hacia la puerta de salida.

"Os necesito a mi lado, os agradezco el apoyo", decía en ese momento, cuando se postulaba a presidir el partido. A su lado sí estuvieron, al menos al principio, su equipo más cercano, como Javier Maroto. "Ha faltado un proyecto como el de Pablo", decía. De él, resaltaba su talento, la honradez y la audacia que él quería para su partido.

Luego, las tornas cambiaron. Maroto, que fue uno de los mandamases en la etapa casadista, portavoz en el Senado, sigue hoy en su puesto tras ser uno de los primeros en pasar página. "Madurez y unidad para cerrar esta etapa y nos piden también fortaleza en un proyecto que genera de nuevo la ilusión necesaria", decía Maroto en aquellos momentos, con Casado con un pie fuera.

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Él era uno de los que salía en la foto de los avales. Otra que también aparece en esa instantánea es Belén Hoyo. Ella era o es amiga íntima de Casado. De él decía en sus inicios: "Querido Pablo, nos demuestras día a día que eres un político responsable. Un gran político". Llegó rápido a la cúpula del partido gracias a Casado y también fue de las primeras en abandonarla. Ahora tiene un nuevo puesto en el equipo de Feijóo.

Otro que lo abandonó firmando un documento que pedía la convocatoria de un Congreso Extraordinario fue José Ignacio Echániz, quien también está en esa famosa foto. No está en esa imagen, pero Andrea Levy, actual concejal en el Ayuntamiento de Madrid, también estuvo con Casado desde el principio. "Pablo es mi amigo. Le he conocido en estos últimos tres años. Trabajar duro, mucho, en los momentos difíciles, con humildad y capacidad de sacrificio. Por eso apoyo a Casado", decía. Cuando las cosas se pusieron feas, fue la primera en apoyarle y también de las primeras en retirarse. "Si el rey va desnudo, la obligación de decírselo con todo el respeto".

Precisamente una de las cosas que fue desnudando al presidente del PP fue una indiscreción de un hombre, de un WhatsApp. "Para cualquier iniciativa política, parlamentaria, para cualquier iniciativa que el Gobierno de Pablo Casado lleve en el futuro adelante, la referencia seréis vosotros", decía Ignacio Cosidó, también presente en la foto inicial. Fue un famoso WhatsApp suyo lo que hizo saltar por los aires hace cuatro años la renovación del Poder Judicial, que sigue pendiente hoy.

Le auparon y luego le traicionaron: qué ha sido de los "aliados" de Casado un año después

Él no pudo negar a Casado, porque la política ya se lo había llevado por delante, pero si lo hizo la que está justo a su lado. Es la protagonista de la deserción más dolorosa para el expresidente del PP. "Especialmente conocí a Pablo Casado. [Nos llevamos] como hermanos desde entonces. Son 17 años juntos. Nos hemos ido acompañando, hasta que en el momento más importante, cuando tiene que elegir a sus candidatos en Madrid, confía en mí. Imagínate", confesada la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Y tan hermanos, Casado se sentía casi familia de los Ayuso. "De la madre de Isa, porque tienes que estar muy orgullosa de tu hija, pero nosotros estamos muy orgullosos de ti. El tiempo ha dado la razón a una familia honesta, humilde y admirable", gritaba a los cuatro vientos Casado. Al final los Ayuso, sobre todo, el hermano comisionista, no le parecían al exlíder del PP tan honestos, humildes y admirables. Y, en ese punto, la relación de Isabel y Pablo mutó.

"La familia es lo más importante que tenemos. Las declaraciones que durante toda la mañana están publicando los medios de comunicación y que provienen del entorno de Pablo Casado y que él no desmiente son lo peor que se puede esperar de los políticos", decía Ayuso tras destaparse un posible espionaje de su partido hacia ella para investigar si su hermano había cobrado comisiones millonarias por conseguir un contrato de mascarillas en lo peor de la pandemia.

El borrado de Ayuso de la foto inicial fue el comienzo del fin. Solo se mantuvieron fieles dos personas de esa instantánea: Ana Camins, que sobrevive en el Senado, y Teodoro García Egea, que precisamente fue el que arrastró a su amigo al abismo aferrándose al cargo. "Esta tarde he hablado con Pablo Casado y he tomado la decisión de dejar el cargo". Esa dimisión llegó tarde, cuando los barones ya habían abandonado a su presidente.

"Yo he venido aquí a hablar del futuro de España. Es el PP y es Pablo Casado", pregonaba un Alberto Núñez Feijóo, todavía asentado en Galicia. Una predicción que también hizo Javier Maroto: "[Casado] es el candidato que defiende la unidad de verdad, si gana él, ganamos todos. No habrá facciones, purgas, no habrá rupturas". Al final el único purgado fue Pablo Casado.

Y llegó el adiós. "Creo que lo mejor es que ahora dé un paso a un lado para dejar mi escaño en el Congreso y cualquier responsabilidad en el PP. Me voy, pero volveré para todo lo que necesitéis y para apoyar a quien hoy recoge el testigo después de una trayectoria impecable". De esto ya ha pasado casi un año, de momento Casado no ha vuelto y no tiene pinta de que el PP, al menos mientras que esté Ayuso, vaya a necesitarle.

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