El Banco de España sube al 1,6% su previsión de crecimiento para este año y prevé que los alimentos sigan subiendo de precio
El regulador asegura que la rebaja del IVA de los alimentos básicos se ha trasladado en un 90% al precio de venta
Madrid
La economía española ha entrado en 2023 mejor de lo previsto pero con una china en el zapato llamada inflación que amenaza con enquistarse. Las nuevas previsiones del Banco de España apuntan que el Producto Interior Bruto crecerá en este primer trimestre algo más que a finales del año pasado y eso, unido a la mejor evolución de la economía en la recta final de 2022, le lleva a mejorar tres décimas su previsión de crecimiento para 2023 hasta situarla en el 1,6%, una cifra que sigue por debajo del 2% que pronostica el Gobierno. Para 2024, en cambio, las nuevas estimaciones apuntan a una aceleración del crecimiento, hasta el 2,3%, que será inferior a la que había previsto el Banco de España en diciembre.
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La mejora del crecimiento es compatible con el estancamiento de la inflación que, aunque estará este año muy por debajo de los niveles de 2022, tampoco se acercará al objetivo del 2% hasta 2025. Los economistas del Banco de España prevén que la reducción del precio de la energía y el efecto escalón permitan que este año la inflación baje hasta el 3,7% de media anual. Pero los mismos factores que ayudan a moderar este año la subida de los precios son los que impedirán que el descenso continúe bajando en 2024. Y el coste de los alimentos seguirá subiendo, según estas estimaciones, de manera que la inflación subyacente se mantendrá muy elevada durante los próximos meses.
La subida de los precios es uno de los factores que limitará este año el crecimiento de la economía, ya que obliga a las familias a contener sus gastos. "El consumo de los hogares y empresas continúa viéndose limitado por la persistencia de tasas de inflación elevadas y la subida de los tipos de interés", constata el informe de previsiones publicado hoy por el regulado. Los cálculos de los economistas calculan que los hogares ya han absorbido parte del ahorro que habían acumulado durante la pandemia y creen que esta bolsa no será suficiente para impulsar el consumo durante los próximos meses.
La rebaja del IVA sí se traslada a los precios de venta
Esta vez, el informe del Banco de España dedica un apartado a estudiar el impacto que ha tenido la rebaja del IVA sobre los alimentos básicos que entró en vigor el pasado 1 de enero. "Podemos concluir que ha habido una traslación del 90% de esa rebaja" dice Ángel Estrada, director general de Economía y Estadística del Banco. El análisis concluye que, en enero, el precio de los productos beneficiados por la rebaja del IVA se redujo un 0,2% mientras que el resto de alimentos se encareció. Y en febrero, la evolución de unos y otros fue parecida, por lo que el Banco de España concluye que sí se está trasladando la rebaja impositiva.
Aún así, el Banco de España cree que el precio de los alimentos aún no ha tocado techo y seguirá subiendo unos meses más. "El pico lo veremos en unos meses" explica Estrada que la inflación alimentaria terminará el año con una media del 12,2% y se desacelerará a lo largo de 2024.
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Las tensiones financieras pueden reducir más la inflación
las previsiones publicadas por el Banco de España no tienen en cuenta el impacto de las quiebras bancarias de las últimas semanas ni las dudas sobre la estabilidad financiera que han generado. "Es muy pronto para valorar su impacto", explica Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística de la institución. Gavilán apunta que "es muy incierta la magnitud y la persistencia de estas tensiones pero en la medida en que puedan elevar los costes de financiación, tendrán un efecto debilitador tanto sobre la actividad económica como en las presiones inflacionistas".
Jordi Fàbrega
Periodista en la Cadena Ser desde 2003. Primero...