Tres de cada cuatro españoles es partidario de que nuestro país participe en una operación de apoyo militar a otro miembro de la OTAN si fuera atacado, un porcentaje que es aún mayor para recibir ayuda si ese ataque lo sufriera España. Es una de las conclusiones de la encuesta realizada a finales del pasado por la propia Alianza Atlántica en los países que la componen y en la que también preguntaron a los ciudadanos de Suecia y Finlandia, países que intentan entrar en la OTAN lo más pronto posible por la amenaza de Rusia. El porcentaje de españoles que apoya esta ayuda militar supera a la media de los propios países de la Alianza, ya que en su conjunto es el 69% de los encuestados el que piensa que se debe defender a otro país miembro (aunque el porcentaje ha crecido cinco puntos desde el inicio de la invasión de Ucrania). De momento, el Gobierno ha insistido en varias ocasiones en que descarta totalmente la presencia de tropas españolas en Ucrania, conflicto en el que nuestro país sí está participando con el envío de tanques Leopard y el entrenamiento de militares ucranianos. En el momento actual, el 72% de los españoles apoya la permanencia en la OTAN, pero casi cuatro de cada diez reconoce que sabe poco de la organización. Un tercio de la población de nuestro país dice además que no se siente segura por la situación internacional en este momento y la inmensa mayoría, un 76%, respalda que se apoye a Ucrania frente a Rusia. En el caso de España hay un reparto de opiniones respecto al gasto en defensa: un 41% es partidario de mantenerlo como hasta ahora, un 32% piensa que se debe incrementar, mientras que el 18% quiere que se reduzca. Los ciudadanos de estos países tienen una opinión negativa de modo mayoritario respecto a Rusia. Son un 63% del total, lo que supone un incremento de 17 puntos sólo en un año. La percepción respecto a China también empeora, pero apenas un 1%. Destaca que países cercanos a Rusia como Polonia o Lituania es donde más respaldo recibe la permanencia futura en la OTAN, y que en los futuros socios, en Finlandia y en Suecia, tres de cada personas reconoce que se sentiría más segura siendo parte de la Alianza Atlántica. En Francia, Polonia y Turquía son más los ciudadanos que ahora mismo se sienten inseguros que los que dicen estarlo. Sólo en Grecia hay más personas que tienen una opinión desfavorable que favorable sobre la OTAN. Con todo, es el coste de la vida lo que preocupa ahora mismo a las sociedades de estos países, por delante de la crisis de la energía o de los efectos del cambio climático. El riesgo de que su país entre en guerra es la quinta preocupación, y una posible enfermedad contagiosa que volviera a expandirse baja hasta el sexto puesto.