Reescribir y censurar libros: "Un atentado contra la libertad y la inteligencia que nos debilita"
En el Día Internacional del Libro Infantil nos detenemos en la cantidad de libros reescritos, censurados o cancelados. La dictadura de lo políticamente correcto. Repasamos las mejores novedades literarias para esta semana Santa y damos protagonismo a nuestros mayores: abuelos y abuelas, la soledad, la vejez, la salud mental y una muerte digna
Reescribir y censurar libros: "un atentado contra la libertad y la inteligencia que nos debilita"
El dos de abril celebramos el Día Internacional del libro infantil y juvenil. Una fecha marcada este 2023 por la reescritura de los libros de Roald Dhal, Ian Fleming o Agatha Christie y por la censura. Hace años que se retiran libros con contenido LGTBI en democracias como la de Estados Unidos, ahora intentan vetar también los que aborden cuestiones como el racismo o el sexo. Hace una semana conocíamos el caso de una profesora en un colegio de Florida que ha tenido que dimitir por las quejas de los padres ultracatólicos que consideraban pornográfico enseñar el David de Miguel Ángel a alumnos de 12 años.
Es la dictadura de lo políticamente correcto y de los lobbies fanáticos presionando. Un tema, el de la censura y la reescritura de libros, que acaba de abordarse hace unas semanas en la Feria del Libro Infantil de Bolonia, la más importante de Europa. Desde allí, David Levithan, escritor y editor de literatura infantil y juvenil, responde.
"A la pregunta sobre la censura y por qué ocurre en un país democrático, es porque se ha politizado, especialmente en Estados Unidos, donde la gente trata de utilizar la censura de libros para lograr objetivos políticos mayores: el censurar a grupos como el LGTBI, los negros o los indígenas".
Esto ocurre especialmente en Estados Unidos. Coincide con él la escritora y periodista Rebecca Solnit, que estuvo con nosotros en el último episodio de La Hora Extra. "No sé lo que pasa en el mundo hispano, pero en el mundo anglosajón desde hace tiempo ya la gente está releyendo libros clásicos desde una perspectiva diferente. El mago de Oz, por ejemplo, qué pasa cuando cuentas la historia desde la perspectiva de la bruja?", se pregunta Solnit. La gente reescribe muchas de las historias griegas clásicas, como la guerra de Troya, desde la perspectiva de las mujeres. A Rebecca Solnit le parece emocionante reelaborar historias antiguas, aunque reescribir libros no es el camino a seguir, advierte. "Quizá necesitemos un nuevo Charlie y la fábrica de chocolate escrito por alguien que no sea Roald Dhal o quizá no necesitemos a Charlie y la fábrica de chocolate".
Sandra Newman también menciona a Roald Dhal en su novela Un mundo sin hombres y coincide en que es "ridículo, hilarante y muy torpe. Si no quieres leer a Roald Dhal, no lo hagas", dice. "No son más que personas incapaces de resolver problemas políticos a través de la política y lo hacen cambiando el lenguaje, las palabras, es estúpido".
El mundo es violento, no podemos abolir esa realidad, edulcorándosela a los niños y niñas, nos ha contado Rafa Guerrero, experto en psicología educativa, que advertía esta semana de que si reescribimos los libros, al final transmitiremos las mismas historias: "la del superhéroe o heorína fuerte, empoderado, sin miedos, dudas ni contradicciones. Y esto no se corresponde con la realidad". John Boyne es escritor de literatura infantil y juvenil y hace un mes nos decía que hoy sería muy difícil publicar 'El niño con el pijama de rayas', con tanta crítica por todo en las redes sociales. "Los escritores vivimos con esa presión, la de la cancelación". Está ocurriendo en Inglaterra, dice Boyne, de momento no con el resto de las editoriales europeas. El escritor opina que los libros no deberían cambiarse después de la muerte de un autor, cambiarle palabras a Roald Dhal, sentencia, "es vandalismo cultural y los lectores no deberían aceptarlo".
La banda sonora de este episodio de La Hora Extra la pone José Ignacio Lapido, uno de los mejores escritores de canciones de nuestro país. El cantante también se ha querido pronunciar sobre la libertad de expresión y la censura, asuntos recurrentes en su carrera discográfica. Para Lapido esta ola neoconservadora que viene de Estados Unidos, dice, es un atentado contra la libertad de expresión y la inteligencia.
El músico granadino acaba de publicar A primera sangre, su primer disco en solitario en seis años. 11 canciones, 11 poesías con una profunda carga política y social, en las que le canta al amor, a la belleza, a la melancolía, a la infancia y al paso del tiempo y, sobre todo, a la muerte.
"Si no hablamos de la muerte, la muerte no tendrá derechos"
Esta semana se ha celebrado el Congreso de la Lengua en Cádiz. El director del Instituto Cervantes, en declaraciones a La Hora Extra, advierte de que de lo que no se habla, no existe y por lo tanto no tiene derechos". La muerte, por ejemplo. Sobre la muerte va la nueva novela de Gustavo Rodríguez, Premio Alfaguara 2023 por Cien Cuyes, galardón que ha recogido en este encuentro.
Cien cuyes es la historia de una cuidadora de ancianos que sin proponérselo, se convierte en la ejecutora de sus últimos deseos. Y el cuy o conejillo de indias viene a ser la metáfora de la contraprestación por este servicio que ofrece a estos ancianos. Para el escritor peruano es muy importante hablar de la muerte, de una forma natural, fresca, con humor. En su novela aborda la soledad, la vejez, el paso del tiempo y la muerte, una muerte digna. Es una historia que tiende puentes entre sociedades y reivindica un sistema público de cuidados. De todo ello hemos hablado en esta entrevista que tienes completa aquí.
Del catolicismo al islam: los peligros del revisionismo histórico y la censura cultural
Dice Gustavo Rodríguez que sobreprotegemos a los niños no hablándoles de la muerte, de sexo o censurando palabras en los libros, él que es escritor también de literatura infantil y juvenil. Sobre la cultura de la cancelación, advierte el escritor que es un error derribar monumentos coloniales. "Por más penoso o terrible que haya sido lo que conmemora ese monumento, como el monumento a los esclavistas, una vez que borras una palabra, lo que haces es borrar también la posibilidad de que haya un contraste, la posibilidad de conocer cómo fue el mundo antes y crea la insostenible realidad paralela por el cual el mundo se inventó cuando tú naciste. Estás borrando también la posibilidad de aprender que cometimos estos errores o se hablaba así y ahora ya no es así. No podemos quitarle a las nuevas generaciones esa posibilidad que sí tuvimos nosotros de aprender a través de los errores".
Rodríguez nos deja en suerte a nuestra siguiente invitada, Monia Ben Hamouda, una joven artista milanesa, nacida en el seno de una comunidad musulmana, que nos ha presentado en La Casa Encendida de Madrid La destrucción de los ídolos de la Kaaba. Una gran instalación enmarcada en un ciclo expositivo sobre la resiliencia. "Aunque no es el centro de mi investigación, de alguna forma toda mi obra sí está relacionada con la resiliencia en algún sentido. Con el hecho de que el arte islámico y el árabe en general, está relacionado con el aniconismo. Así que dibujar y representar formas humanas y animales está prohibido. En el arte han sido sustituidas por la caligrafía y formas geométricas, pero muchos artistas desde los tiempos más antiguos, encontraron una forma de evitar esta prohibición, de sortearla. A través de la caligrafía y de las formas geométricas, dibujaban animales, por ejemplo. Así que este era el punto de partida y esta exposición surge del momento de la destrucción de los ídolos de la Kaaba. Es el momento en el que el profeta Mahoma destruyó algunas esculturas paganas en Kaaba, donde ahora está la Meca", nos ha contado la artista.
Toda la instalación está referida a ese momento y nos conecta con la actualidad, con movimientos como el Black Lives Matter que han destruido otros ídolos, ídolos de bronce, estatuas. Dos momentos en la historia conectados por la resiliencia, advierte Monia Ben Hamouda. Se refiere a las estatuas de colonizadores cuyo derribo y vandalización tanto debate ha suscitado. ¿Estamos borrando la historia, como se lamenta Gustavo Rodríguez, habría que mantener esos monumentos para recordarle a las generaciones futuras lo que hicimos, los errores cometidos?
"No es sencillo. Para mí el arte es lo más importante, el arte es mi religión, siempre lo digo. Pero también he comprendido que lo más importante en la vida no es el arte, no son los objetos, lo más importante son las personas. Y si hay personas que no se sienten cómodas en un lugar que les recuerda constantemente los momentos duros y complicados que pasaron en la historia reciente, hay que escucharlas y comprenderlas. No se trata de borrar la historia, sino de comprender que hay otras voces que se silenciaron, otra perspectiva de la historia que no se contó. Tenemos que ser conscientes de ello para evitar cometer los mismos errores una y otra vez. Las esculturas son mi medio artístico favorito, pero la vida la crean las personas y las personas tienen voces a las que hay que escuchar. Así que estoy de acuerdo con ellos. Creo que lo más fácil sería conservar todas esas estatuas vandalizadas en las ciudades. Es como si hubieran añadido otra capa de la historia que también debe ser contada", responde.
Para la muestra de La Casa Encendida ha creado una nueva serie de esculturas con madera quemada y pigmentos derivados de la cúrcuma, el chile, la canela o el comino. Ben Hamouda nos ha explicado cómo ha sido el proceso creativo y la sensación multisensorial que se lleva el visitante.
Una última voz a propósito de la censura y reescritura de libros. La de Elvira Lindo. La escritora nos ha presentado esta semana En la boca del lobo, su nuevo libro que publica este mes de abril Seix Barral. Una novela de suspense en la que realidad y fábula se dan la mano, como en la mejor tradición de los cuentos clásicos. Regresa Elvira Lindo en un mes y una semana Santa plagada de novedades literarias que se ha leído y que nos recomienda Pepa Blanes.
Un merecido homenaje a nuestros abuelos y abuelas, contra la soledad y por la salud mental
El monólogo cómico o comedia de stand-up es un género importado de Estados Unidos que lleva décadas triunfando en España, gracias a programas de televisión como El Club de la Comedia. Pero en los últimos años ha cobrado peso el monólogo autoficcional como expresión. Monólogos que sacan nuestros demonios y experiencias personales en un mundo globalizado. "No es autoficción, es autorrealidad", advierte Selu Nieto (José Luis Nieto Lindo, Sevilla, 36 años) al comenzar su monólogo. El actor sevillano, hijo de Selu Nieto, el conocido saxofonista de Extremoduro, acaba de estrenar en el Teatro Infanta Isabel de Madrid 'Soledad. Vida y obra de mi abuela'. Un relato íntimo, el de su abuela, que conecta con experiencias universales, las de nuestros abuelos y abuelas y nuestra salud mental.
Selu Nieto interpreta a su abuela Dolores, una mujer viuda de 60 años y que vive sola, una mujer sacrificada, analfabeta y casada con un hombre 25 años mayor que ella, que siempre la dejó sola. Mezclando ficción y realidad, humor y drama, conocemos cómo era esta mujer obsesionada con la limpieza y cómo cambió cuando murió su hermana Alegría. Dolores entró en una depresión, la medicación le produjo alucinaciones y acabó desatando una demencia y alzheimer. Puedes escuchar la entrevista con Selu Nieto aquí.
Los abuelos y abuelas protagonizan numeros estrenos cinematográficos. La cartelera se inunda de historias sobre nuestros mayores, la soledad, la salud mental, en alzheimer o los cuidados. Hacemos un repaso de lo más destacado en las salas de cine y nos despedimos con música clásica.
Acaba de terminar la primera gira de la Euskadiko Orkestra tras la pandemia y lo han hecho nada más y nada menos que siendo cabeza de cartel del Festival Beethoven de Polonia, uno de los epicentros de la música clásica centroeuropea.