Ni 200 euros ni cuatro: esto es lo que debe costar una crema antiedad efectiva
Vivimos un 'boom' de tratamientos que intentan contrarrestar el paso de los años, pero no es oro todo lo que reluce
Cremas antiedad ¿valen lo que cuestan?
Madrid
Una crema antiedad puede costar cuatro euros en el lineal de un super o 600 si al envase le incluimos cristales de Swarovski y sin embargo buena parte de su composición es idéntica: es agua. "Un 60 o un 70% de la fórmula cosmética es agua", aclara Zaida Esquinas, la directora técnica de Heber Farma. España es líder internacional en este sector. De hecho, se encuentra entre los 10 países que más productos de belleza exportan. Y lo que es más, es el segundo exportador mundial de perfumería. El pasado 2021, las exportaciones del sector alcanzaron los 5.384 mil millones de euros. Lo que las sitúa por encima de sectores tan emblemáticos como el vino, el calzado y el aceite de oliva.
La directora del laboratorio, Rosa Cañas Bravo, continúa desvelando los ingredientes de estas cremas "luego incluyes emulsificantes que es lo que da consistencia. Aceites vegetales y antioxidantes. Nosotros utilizamos mucho la vitamina E porque es un antioxidante para la piel y es un antioxidante para la fórmula". "Y luego le echas el perfume y el colorante en caso de que lleve", completa Zaida.
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Estamos en un laboratorio cosmético, junto a un reactor metálico con capacidad para 110 litros reposa un último tratamiento. El protocolo para entrar aquí es parecido al de un quirófano: desde patucos a gorro pasando por bata hasta los pies. Esta empresa todavía leuroeva el apellido de "familiar" porque no quieren delegar la elaboración de su fórmulas que ahora está en manos de la alquimia de Zaida Esquinas aunque el proceso sea más lento, aunque cueste: "la linea natural tardamos tres años. Tardamos mucho" valora la responsable del laboratorio. "Es que al final tienes que valorar que primero la fórmula te salga. Luego nosotros hacemos un proceso de estabilidad. De alguna forma estresamos ese producto para comprobar que cuando salga al mercado y esté a 40 grados en Sevilla o Dubai sea estable, que no se separe. Nosotros también hacemos estudios con dermatólogos y oftalmólogos para poder usar el claim de testado dermatológicamente y eso también lleva un tiempo. Y que no salga nada mal porque entonces tienes que empezar desde el principio", subraya la directora técnica.
Dentro del laboratorio
Y aquí, justo aquí, comienza una batalla por anunciar la mejor de las fórmulas y aquí vale casi todo. Nos guía en el laberinto Zaida Esquinas: "no se puede poner en un producto sin parabenos o sin perfume o sin pep 40, porque en el reglamento de cosmética no está prohibido. Si tú pones que no tiene perfume parece que estás diciendo que tu crema es mejor por no llevarlo que la mía que sí lo lleva. El perfume no es malo. Entonces eso no se puede reivindicar. Al igual que lo natural. Mucha gente se ha subido al carro poniendo bio o vegano. No porque sea natural es mejor o peor que otra linea que lleva partes sintéticas. Al final todo es química. El agua es un producto químico".
Y esa crema -sea vegana o no vegana- no se prueba en animales desde hace tantos años que a estas profesionales de la cosmética les cuesta poner una fecha. "Hay gente que pone cruelty free y realmente todos somos cruelty free porque está prohibido testar en animales" afirma la directora de Heber Farma. De hecho no se puede ni reivindicar; pero se sigue haciendo. Confirmado", asegura.
Todos estos productos tiene un ciclo de vida muy corto. La profesora de estudios de Economía y Empresas de la UOC, Ana Jiménez-Zuarco advierte de que "al momento va a haber otra crema en el mercado con tu activo mejorado y eso repercute en el precio". Y aclara que los tratamientos antiedad cada vez mas se han convertido en un premio que nos damos a nosotros mismos
Los milagros no existen
En cosmética se descartan los milagros. Una crema antiedad nunca va a tener un efecto lifting por más que lo ponga en el frasco. Eso no va a pasar aseguran dos licenciadas en Farmacia y divulgadoras que han escrito el libro Radiografía de un cosmético. "Si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no sea verdad. Los departamentos de marketing saben mucho y es muy fácil colárnosla. Ahora tenemos los reclamos del sin, por ejemplo sin tóxicos. Se nos intenta hacer creer que hay cosméticos que los incluyen cuando esto no es verdad" asegura Gema Herrerías, una de las autoras. Su compañera, Marian Boticaria García lo amplía: "Los laboratorios a veces hacen trampa por reclamo de marketing y reivindican concentraciones que no son las reales. Otras veces ponen nombre parecidos. En lugar de poner retinol ponen retinoid y a lo mejor ni siquiera lleva retinol el cosmético".
Ni 200 euros ni cuatro euros
Marian Boticaria y Gema Herrerías aseguran que no es necesario gastarse 200 euros en una crema antiedad: "Este tipo de cremas puede ser eficaz en un formato de 50 ml no superando el precio de 50 euros. No hace falta pagar más. Y puede ser una crema que mejore con evidencia científica la firmeza y las arrugas incluso o el aspecto de las manchas".
De la misma manera estas divulgadoras dejan claro que esa eficacia no la tienen las cremas de marca blanca, las del supermercado. Ni 200 euros. Ni cuatro. La eficacia económica suele rondar los 20 euros.
Veneno de serpiente, baba de caracol...
Tampoco se ha demostrado efecto alguno en aquellos tratamientos que incluyen oro o polvo de diamantes en su formulación. Semejantes ingredientes solo sirven para inflar los precios y de paso los sueños "suena mucho mejor pensar que nos vamos a poner dos gotitas de veneno de serpiente y nos vamos a quedar con la piel de nuestra hija de 20 años. El caviar se puso también de moda o la baba de caracol. Todo lo que es asociado a un animal tiene un componente de marketing muy importante. Suena mucho mejor veneno de serpiente que ácido glicólico", apunta Herrerías.
La mejor de las cremas antiedad
Ese ácido glicólico está entre los ingredientes de comprobada eficacia junto al Retinol, la vitamina C o los péptidos. Y por encima de cualquier principio activo, el número uno de las cremas antiedad es -y aquí coinciden laboratorios, expertos y demartólogos: el filtr solar. De ahí un término relativamente nuevo : el exposoma, que suma todasque nos hemos puesto al sol por ejemplo. "Mi abuela no tenía ni una arruga. Claro, es que probablemente tu abuela no ha puesto un pie en una playa y no se ha tostado al Sol. La piel de tu abuela no estaba fotoenvejecida", aclara Cristina Mitre, escritora y experta en belleza.
El 75% de lo que muestre la piel es culpa nuestra o de nuestro entorno. Hace muchos años que se desterró eso de que envejecemos de acuerdo a nuestros genes. Esa excusa ya no vale.
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