Una comensal abandona el restaurante de 'First Dates' en mitad de la cita tras la insólita propuesta de su pareja

Gestionar el rechazo no es nada fácil. De ahí que varios comensales de First Dates hayan reconocido en el programa que una de las cosas más dolorosas de no encontrar el amor en el restaurante de Carlos Sobera son tanto el hecho de afrontar las calabazas como las bromas posteriores. Así lo explicaba María el pasado mes de diciembre, quien lamentaba que el hecho de ser rechazada por su cita en First Dates provocaría todo tipo de bromas en el colegio de abogados al que pertenece: «Es que no me gusta que me rechacen delante de toda España. Ahora todo el colegio de abogados de Marbella, el colegio de abogados de Málaga y en el de Madrid va a haber cachondeo conmigo y encima voy a tener menos trabajo. Me ha parecido mal». El último de estos comensales con miedo al rechazo ha sido Francisco, quien ha llegado a proponerle a su cita que mintiera en la decisión final con el objetivo de no ser el hazmerreir entre sus amigos. La cita comenzaba con Maite tratando de rehacer su vida después de 10 años soltera. Tras acceder al clásico restaurante de First Dates conocía a Francisco, una persona que no le llamaba nada la atención de primeras: «No es mi tipo de hombre, bajito. El tipo de pelo pintado, tampoco, debería ser más natural». De hecho, la protagonista de esta historia reconocía que tampoco le gustaba ni cómo hablaba, cerrando así las puertas de primeras a una segunda cita. Después de hablar acerca de sus respectivas vidas, Maite tenía claro que Francisco no era para él. Dado que estaba bastante claro que no quería seguir conociéndole, Franciso le pidió a su cita que mintiera en la decisión final para evitar ser así el hazmerreir entre sus amigos. A pesar de que Maite tenía claro que no quería una segunda cita con Francisco, este le propuso que dijera que sí al final del programa a pesar de que no se volvieran a ver. Una propuesta que no le sentaba nada bien a la comensal, quien aseguraba que no iba a mentir bajo ningún concepto por mucho que se metieran con su cita: «No me ha gustado el detalle ese que has dicho». De hecho, Maite aprovechaba este momento para levantarse de la mesa y marcharse, pues no quería seguir conociendo a alguien como Francisco: «Me tengo que ir de verdad». Algo que reafirmaba posteriormente tras bastidores, donde reconocía que no iba a seguir las directrices de su cita: «Si me gusta la cita lo digo y, si no me gusta, pues no me gusta. No me impone nadie decirle que sí cuando yo ya, viéndole cara a cara, no me está haciendo sentir a gusto como para darle una segunda cita». Después de explicarle nuevamente a su cita que no le había gustado nada su propuesta, Maite abandonaba el restaurante para no volver: «Sé retirarme donde no me encuentro a gusto. Para mí es una victoria». Tras ver que su cita se marchaba, Francisco encajaba el golpe tratando de dejar claro que no estaba dolido con la situación. No obstante, se le veía bastante molesto por el hecho de haberse quedado cenando solo: «Se ha ido, no me ha querido». A pesar de que trataba de tirar del humor para gestionar la situación, lo cierto es que le veía afectado por la situación: «No pasa nada, si yo ceno con cualquier persona. Yo no me hundo, me han venido palos más gordos que este».

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"No voy a mentir"

David Justo