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El montaje fotográfico junto a Seve Ballesteros que 'rompió' a Jon Rahm

El golfista español explica en 'El País' lo que le pasó al ver el montaje fotográfico donde sale dándo la mano a Seve

Jon Rahm celebra en el hoyo 18 su victoria en el Masters de Augusta / Andrew Redington

Jon Rahm pasó a la historia vistiéndose la chaqueta verde como ganador del Masters de Augusta, convirtiéndose así en el cuarto español en conseguir este título tras el doblete de su ídolo Seve Ballesteros (1980 y 1983), el de Chema Olazabal (1994 y 1999) y el triunfo de Sergio García en 2017. Sin embargo, al de Barrika le costó asimilar lo que había logrado a sus 28 años, justo el mismo día que Seve habría cumplido 66 años. Fue al día siguiente cuando todo se le vino encima, sobre todo al ver una imagen de él junto a Seve.

"Dormí fatal por la adrenalina. A la mañana siguiente, sobre las ocho y media, todo me llegó. Estaba en la habitación con Kelley y vi un montaje fotográfico de 'Golf Digest', en el 'green' del 18 Seve y yo dándonos la mano. Cuando vi esa foto, me llegó todo de golpe y empecé a llorar", explicó el golfista español en 'El País'. Fue entonces cuando Rahm se dio cuenta de su hito: "Miré a Kelley, otra vez la foto, y cuando ella me miró de nuevo yo tenía lagrimones por todos lados por la emoción de lo que había pasado".

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Días después de conseguir la sexta chaqueta verde y el décimo título de Grand Slam para el golf español, el segundo en su cuenta particular tras el US Open de 2021, Jon Rahm explicó en 'El País' cómo fue su triunfo y las particularidades del torneo de Augusta, una de ellas la del vestuario de los campeones. "Augusta no es un sitio en el que se pueda pedir mucho y nos hagan caso. Tienen ciertas reglas. Después de ganar me llevaron al vestuario de los campeones y vi que Chema Olazabal y Sergio García están juntos en la taquilla y que Seve está con Schwartzel (sudafricano, campeón del Masters en 2011). Les dije que sería un honor poder compartir la taquilla con Seve y que pongan a los españoles juntos. Pedí que mantuvieran la historia española unida", explicó el español.

Tras la chaqueta verde, Jon Rahm se posicionó otra vez como número 1 del golf, siendo ya el décimo golfista en la historia con más tiempo en lo más alto y estándo cerca de alcanzar las 61 semanas como el '1' de su ídolo Ballesteros. "Lo que he conseguido es increíble, pero esto es difícil y no será así siempre. El objetivo del año era ganar más de un torneo y un grande y ya lo he hecho. Solo Tiger, Spieth y Jason Day han ganado cinco torneos o más en un año con un grande incluido. En mi carrera he conseguido cosas que muchos creían que no podría. Yo siempre he creído que podía", señaló.

Así gestiona Jon Rahm la presión

Joseba del Carmen, coach de Jon Rahm: "La presión se simula mediante ejercicios y hay que entrenar para controlarla"

Joseba del Carmen, coach deportivo, ejecutivo y de equipos, trabaja con Rahm desde que era amateur. Tras su conquista en Augusta pasó por 'El Larguero' donde explicó cómo gestiona la presión el mejor golfista de mundo: "Conozco a Jon desde hace unos 12-13 años. En lo que más hemos trabajado es en equilibrar las emociones, él es muy pasional y esa intensidad puede no estar equilibrada para competir. Es la parte más importante de todo mi trabajo con él, darle sentido a lo que pasa con esas emociones. Poder rendir con esa presión cuando compite (...) Cuando habla de los pensamientos de ganar es que no se quiere adelantar a la acción que está haciendo. Hasta que no llega el momento. En el tercer golpe del hoyo 18 ya lo visualiza. Estoy haciendo esto, y eso le puede afectar. No adelantarse a lo que está pasando".

Sobre cómo se entrena gestionar la presión, Joseba del Carmen señaló que "cada uno lo afronta de una manera", pero que hay que entrenarlo. "La gestión se simula mediante ejercicios. Por ejemplo: puede ser meter un número determinado de bolas seguidas a una distancia en concreto. La presión es que el resultado tiene que ser seguido, constante. Cuando llega el 10º golpe, al final tú mismo te vas metiendo una presión para conseguir el golpe y que entre. Así se simula esa presión para continuar con el entrenamiento". Sin embargo, esta presión evoluciona según se gana o se pierde, que es cuando llegan las frustraciones. "Cada uno vive la frustración de forma diferente: miedo, rabia o tristeza. Primero hay que saber cómo se vive, y luego darle una solución. La mente no se conforma con un pensamiento, tiene que haber una fortaleza. Usar herramientas para que la mente no entre en juego. Usar la respiración, el cuerpo, para que la mente no entre en acción. Cada uno tiene que desarrollar esas técnicas, aunque no sea fácil", explicó.