Clavel
"Es 25 de abril y recordamos la Revolución de los Claveles, en la que los rebeldes demócratas y los ciudadanos colocaron claveles en la boca fusiles y tanques. Y sigue celebrándose la Feria de Abril, en la que estas flores, en el pelo, en los ojales, en las casetas, tienen protagonismo"
Clavel
Madrid
Pues me ha salido el tuno que llevamos dentro y hoy os traigo clavelitos. Porque es 25 de abril y recordamos la Revolución de los Claveles, en la que los rebeldes demócratas y los ciudadanos colocaron claveles en la boca fusiles y tanques. Y sigue celebrándose la Feria de Abril, en la que estas flores, en el pelo, en los ojales, en las casetas, tienen protagonismo. Y esa conexión entre Sevilla y Portugal la encontramos además en la historia de esta flor que, al parecer, trajo a España Carlos I desde Oriente como regalo de bodas para su esposa, Isabel de Portugal. Pero si la flor vino por esta vía desde Persia, la palabra nos llegó desde Cataluña. En el 'Diccionario de Autoridades', el primero de la RAE, se explica que “diósele el nombre de clavél por el olor que tiene, mui semejante al del clavo aromático”.
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En catalán, 'clavell' se escribe con doble ele final, ajena al castellano. Así que alguien le quitó una ele y así quedó registrada la palabra. El clavel tiene hijos en el diccionario: los clavelitos, las clavelinas y los clavelones. Y otros aparentes vástagos, como el clavicordio, que no es una flor armoniosa como 'La Primavera' de Vivaldi, sino un instrumento. Y es que en este caso el prefijo clave viene de 'clavis' y no de 'clavus', que tiene otro significado, muy interesante. Pero esa es otra historia que ya contaremos, que el año es largo. Solo una cosa, ojo con prometer una docena de claveles a un chileno o a una chilena. Porque en aquel país, clavel es un tipo de vaca y el obsequiado puede llevarse una decepción si solo le llega una docena de flores. O quién sabe, quizás sienta alivio...
Acontece que no es poco | 25/04/2019 | 45 años de la Revolución de los Claveles