El mítico final de 'Los Serrano' tenía detrás una triste historia personal y un equipo en contra

Madrid

Cuando el 17 de julio de 2008 Diego Serrano se despertó de un mal sueño, la mujer con la que se acababa de casar, Lucía, le dice que solo han dormido 3 horas y media. "¿Cómo?" replica Diego. "¿Cómo?", gritaron más de 3.500.000 espectadores que estaban pegados a la pantalla de sus televisores viendo el final de la serie.

Ese sueño había durando 8 temporadas, 147 episodios, casi 6 años y en él había pasado de todo. Al casarse, los tres hijos de Diego y las dos hijas de Lucía comenzaron a vivir juntos. "Buscábamos hacer una comedia y encontramos un filón en el contraste de esa España garrula y patriarcal, representada por ellos, y esa España sofisticada y mucho más contemporánea, que estaba representada por ellas". A partir de ahí cuentan la historia de las nuevas familias, los nuevos matrimonios que surgían de divorcios con hijos. La serie, asegura Álex Pina, llegó a la gente por identificación.

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Fran Perea sobre el regreso de 'Los Serrano "Es el 'Verano azul' del siglo XXI"

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Se iba a llamar "Ellas y ellos", han contado sus creadores ahora que la serie cumple 20 años desde su estreno. "Cuando diseñamos la serie, estaba en la costa y la taberna de los Serrano era una taberna de calamares. Fuimos a localizar a Peñíscola y Lucía era locutora en una radio que está en el Faro de Peñíscola pero todo se descartó por cuestiones presupuestarias".

Se grababan 30 episodios al año de unos 70 minutos; surgieron amoríos entre los hijos de la pareja; primero Marcos y Eva, más tarde Guille y Teté. Los Serrano llegaron, entre la quinta y la sexta temporada, a perder la taberna. Lucía murió en un accidente en el capítulo 107 y durante los 40 que continuaron Diego intentaba seguir adelante, hacer las cosas bien.

Pero cuando los medianos se quieren ir juntos de casa y cuando Curro, el pequeño, atropella gravemente al churrero del barrio, Diego desesperado se precipita al vacío desde un puente. Ahí llega el final, el despertar del sueño, que hace que nada hubiese pasado.

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¿Por qué ese final fue el elegido? Daniel Écija, cocreador de la serie, tomó la decisión. "Era una etapa de mi vida en la que determinado tipo cosas iban mal y había sufrido alguna que otra pérdida. Todo el mundo sabe que cuando tienes un disgusto muy grande y te metes en cama, por las mañanas te levantas y el primer segundo quieres pensar que eso no ha pasado, que ha sido un mal sueño".

"El personaje de Diego Serrano", explica Écija, "sufría tanto que de alguna manera hubiera deseado no pasar por el trance de vivir determinado tipo de experiencias personales. No medimos que los críos eran muy mayores, pero sí, fue un final que tiene mucho que ver con un momento personal".

Conocemos más detalles de este desenlace y de cómo se hacía esta serie conjugando el "Pretérito Pluscuamperfecto" con su directora y productora, Begoña Álvarez. "Realmente no fue un todos decidimos. De hecho, estábamos bastante enquistados. Cuando Mediaset nos comunica que van a cerrar la serie, afrontamos la mayor de las dificultades, porque llevábamos ya cientocuarenta y tantos capítulos, muchas ausencias..."

Álvarez explica cómo se vivió la idea de Écija desde el otro lado, cómo la recibieron los que estaban en frente. "Apareció un día con esta idea y todos nos quedamos en shock". La directora recuerda que entonces "debatimos mucho, no lo veíamos, pero también es verdad que nadie teníamos un plan B. Cualquiera de las ideas que barajábamos, no nos convencían. Nos daba la sensación de que todo iba a ser un poco frustrante.

"Hoy, visto con perspectiva, hasta el enfado que genera incluso en mis hijos cuando la han visto, muestra que ese final trine un poso. Ha logrado que sea la única serie de la que todos recordamos el final", concluye.