El onírico final de 'Los Serrano' anota el récord de la temporada

'Los Serrano' nos han dejado. Una de las series más veteranas de nuestra televisión actual se despidió anoche de forma definitiva con una entrega emotiva y surrealista a partes iguales. Los guionistas decidieron cerrar la serie en círculo, y el último capítulo terminó como si fuera el inicio del primero. Diego (Antonio Resines) toca fondo tras perder el control de sus hijos y decide terminar con su vida lanzándose desde un puente. Sin embargo, despierta en la cama junto a Lucía (Belén Rueda), su esposa fallecida, en el día inmediatamente después a la boda de ambos. Toda la serie había sido un sueño, aunque las coletas de Teté, el flequillo hacia delante de Guille y el pijama de Curro, no podían disimular que más de cinco años habían pasado.

La despedida no ha marcado un hito televisivo, pero sí consiguió uno de sus mejores resultados de la temporada: récord de cuota de pantalla con un 25,6% y 3.580.000 espectadores de media. La última temporada de ''Los Serrano'' ha acumulado una audiencia media de 3.398.000 espectadores y un 21,8% de ''share'', según datos facilitados por Telecinco. Además, la serie se hizo con el minuto de oro del día (23.32 horas), con 4.433.000 espectadores y el 30,1% de ''share''.

'Los Serrano' se estrenó el 22 de abril de 2003 con la boda de Lucía y Diego. Arrancó con una media de cinco millones de seguidores, y algunos episodios superaron los ocho millones. Durante la presente temporada se ha mantenido líder de su franja, con una audiencia de 3.360.000 espectadores y un 21,1% de share.

El desenlace

Tras cinco años de capítulos todos los devaneos amorosos terminaron con final feliz, menos el de Diego. El cabeza de familia de Los Serrano acaba mal con su novia Celia (Jaydy Michel) que no podía dar crédito a la confesión de Diego, que se autoinculpó del atropello de Paquillo 'el churrero', para evitar que su hijo pequeño Curro, verdadero autor del crimen, fuera a la cárcel.

Finalmente, Paquillo despierta y señala a Curro como verdadero culpable. El niño es encerrado e increpa a su padre, que le prometió que se ocuparía de todo. Al volver a casa, Diego descubre que sus otros dos hijos, Guille (Víctor Elías) y Teté (Natalia Sánchez) se han marchado de casa. Diego, desolado, vaga por las calles de Santa Justa y tras dirigirse al cielo para decirle a su ex esposa Lucía que lo ha hecho todo mal, termina lanzándose por un puente, de forma inesperada, poniendo un final trágico a esta serie de comedia.

El amor triunfa

Sin embargo, como ya hemos reseñado, el amor acaba triunfando en Santa Justa. Afryca renuncia a irse a vivir con el musculoso Gael (Michel Gurfi) para quedarse con su Raúl (Alejo Sauras) y evitar que éste se marche a vivir a EE UU. Ana (Natalia Verbeke) vuelve para confesar a Fiti (Antonio Molero) que no ha parado de pensar en él, y ambos también terminan juntos.

José Luis (Javier Gutiérrez) perdona la infidelidad de Choni (Pepa Aniorte), con el joven Nacho (Pablo Puyol), después de descubrir que Choni iba a renunciar a una gira de canto por toda España por perder su amor. De forma paralela, el amor de Santi (Jesús Bonilla) y Lourditas (Goizalde Núñez) da su fruto con el segundo hijo de su matrimonio.

"Mayormente" final feliz para todos, excepto para Diego, que con su suicidio dejó un sabor agridulce en los espectadores, pese a que se intentara 'arreglar' con la escena final, en la que el cabeza de Los Serrano despierta en la cama junto a Lucía y vuelven a protagonizar el habitual desayuno de familia con el que cada día, durante cinco años, Diego, Fiti, Guille y compañía daban inicio a sus peripecias.