Rusia ha infiltrado a decenas de espías en las embajadas de los países escandinavos

Las televisiones públicas de Suecia, Finlandia, Dinamarca y Noruega publican hoy un nuevo episodio de su investigación conjunta sobre las labores de espionaje que Rusia está realizando en esa zona de Europa, y en este caso detallan la estrategia de Moscú para infiltrar espías en las embajadas de los países escandinavos. Los investigadores han logrado identificar hasta a 38 personas que en teoría ejercían trabajos diplomáticos en ciudades como Copenhague o Estocolmo, pero que en la práctica estarían trabajando como espías para Moscú. Entre ellos hay encargados de seguridad, asesores, expertos en telecomunicaciones y hasta un bibliotecario.

Según la investigación, que cita a fuentes de los servicios secretos de Suecia entre otros, entre un tercio y hasta la mitad de las delegaciones diplomáticas podrían estar compuestas por agentes de inteligencia. Los espías rusos estarían buscando acceso a información secreta, vulnerabilidades en la defensa de de los países nórdicos y a proyectos concretos de ciencia y tecnología según temen los jefes de inteligencia de estos países. Y varios de ellos seguirían trabajando ahora mismo en alguna de estas embajadas, mientras que otros han sido cambiados de destino o fueron expulsados en algún momento por los gobiernos afectados.

Según la investigación, Rusia cuenta con un sistema de encriptado de mensajes específico para poder transmitir información desde los países nórdicos a Moscú y además han desarrollado sistemas de espionaje telefónico para interceptar llamadas. Rusia respondió ya a la primera entrega de estas informaciones negando tajantemente que esté llevando a cabo una estrategia concreta de espionaje en los países del norte de Europa.

Aviones fantasma

Después de que la pasada semana estos investigadores escandinavos describieran cómo Rusia utiliza barcos que intentan no dejar señales para rastrear el Báltico y el Mar del Norte, en las últimas horas las fuerzas aéreas de Alemania y del Reino Unido han interceptado tres aviones rusos que sobrevolaban esa zona también con sus sistemas de información sobre su posición apagados.

Las tres aeronaves volaban por el espacio aéreo internacional sobre el Báltico y fueron detectados por aviones de reconocimiento de la OTAN, ya que los países bálticos no cuentan con aviones de combate propios y es la Alianza Atlántica quien vigila y protege sus aguas.