Una temperatura de 35 grados con una humedad alta es uno de los mayores riesgos en las olas de calor

Madrid

Durante el verano de 2022 España, Francia, Alemania y Gran Bretaña registraron un exceso de mortalidad, que por primera vez, superaba las 20.000 muertes directamente relacionadas con un clima extremadamente caluroso. Los modelos climáticos indican que es probable que las olas de calor extremo aumenten año tras año tanto en frecuencia como en magnitud.

Índices de estrés térmico

Desde el Instituto de Salud Global de Barcelona recomiendan tener en cuenta los factores meteorológicos que pueden poner en riesgo la salud en días de calor extremo. "Basarse únicamente en las temperaturas previstas para comunicar condiciones peligrosas en olas de calor puede ser insuficiente para informar a la población sobre los verdaderos riesgos", explica Ivana Cvijanovic, investigadora de ISGlobal.

El instituto pide un mayor uso de los llamados índices de estrés térmico, que además de la temperatura tienen en cuenta agentes meteorológicos como "la humedad del aire circundante, las condiciones de viento, la exposición al sol directo en lugar de estar a la sombra y, por último, la duración total de la exposición".

Por ejemplo, una temperatura de 35 grados puede ser incómoda con una humedad baja, pero peligrosa para la salud con una humedad alta, incluso durante un breve periodo de tiempo. Cvijanovic insiste que hace falta que los índices de calor se comuniquen de forma regular y correcta, tal como se hace tradicionalmente con las temperaturas.

Durante las olas de calor en Europa en junio y julio de 2019, los registros muestran que el centro y el noreste de España experimentaron las temperaturas más altas. Sin embargo, al calcular los índices de estrés térmico, se comprobó que las zonas con condiciones más críticas se encontraban en Francia, Bélgica y Países Bajos, países que registraron un exceso de mortalidad de 2.500 fallecidos.

Isla de calor

Desde la Agencia Estatal de Meteorológica, Cayetano Torres, nos alerta sobre otro factor relacionado con el clima caluroso en las grandes ciudades, el efecto isla de calor. "En las zonas llenas de edificios no hay viento que apacigüe este efecto, sin contar la generación de calor como aires acondicionados y los propios vehículos", asegura Torres. Y añade: "es por esto que normalmente las ciudades en verano pueden marcar uno o dos grados por encima de lo que se registra en áreas aledañas". El asfalto y el hormigón absorben calor durante el día y lo emiten por la noche, haciendo que la temperatura sea mucho más alta.