Cuando ir a clase es un infierno

Madrid

Hace unos meses, el rapero Ismael Martín se asomó a 'La Ventana' porque acababa de publicar un tema sobre el acoso escolar que sufrió entre los 12 y los 16 años. Este martes, en cambio, hemos conocido el testimonio en Twitter de un usuario que confiesa haber sido acosador durante la adolescencia y relata cómo convirtió la vida diaria en el instituto de algunos de sus compañeros en una pesadilla. Al final, pidió a sus padres que le cambiaran de centro, lejos del barrio y empezó a portarse bien. "Extraer al abusador funciona para el acosado y para que el acosador tenga la oportunidad de ser otra persona, al menos en mi caso", ha contado en la red social.

Se estima que en España unos dos millones de menores sufren acoso escolar. De ellos, entre cien mil y doscientos mil, sufren acoso de alta intensidad. Son los datos con los que abre su libro la profesora Carmen Cabestany, presidenta de la Asociación NACE y experta en bullyng, que acaba de publicar 'El bullyng es cosa de todos' (Cúpula).

Es fundamental poner límites

La experta asegura que un acosador se gesta en casa. Por eso, es primordial el papel de la familia. "Cuando el niño es pequeño, si en casa pega, insulta o llama idiota a su padre, no lo vemos como algo censurable. Pero no es una broma. Aunque sean pequeños, ellos entienden. Es fundamental poner límites. Con amor, pero límites", afirma Cabestany. "Si les sale bien en casa lo repetirán en el colegio, y con la pareja y serán unos maltratadores", advierte.

El acoso escolar es un maltrato entre iguales, reiterado en el tiempo, con intención de hacer daño por parte del agresor e indefensión por parte de la víctima. Hay diferentes tipos de maltrato: el físico, el verbal (poner un mote, extender rumores), el social (marginar a la víctima o animar a los otros a hacerlo), amenazas, coacciones, acoso escolar de tipo sexual o el ciberacoso a través de las nuevas tecnologías. "El ciberacoso puede ser muy dañino. No hay refugio para la víctima que es acosada en cualquier sitio: en su habitación o mientras da un paseo", señala Cabestany.

Formación al profesorado sobre el acoso escolar

Los centros escolares tienen un papel fundamental a la hora de detectar y poner freno al acoso. "Los profesores, como la gran mayoría de la población, tienen mucho desconocimiento sobre este tema. No tienen formación específica. En Magisterio deberían impartir nociones de acoso escolar", ha recomendado la experta, que lleva más de dos décadas ejerciendo la docencia en institutos.

Un acoso de alta intensidad puede acabar en trastornos graves e incluso en suicidio, escribe Cabestany en el libro. Este fin de semana una adolescente de Gijón acabó con su vida tras dejar una nota donde relataba su sufrimiento durante los últimos años por culpa del bullyng. Cabestany ha alertado sobre las señales que tienen que hacer saltar las alarmas a los padres: cambios en el carácter, alteraciones en el sueño y en el apetito, absentismo escolar.

La Asociación NACE dispone de un decálogo para erradicar el acoso escolar que incluye la necesidad de visibilizar el acoso escolar en los centros educativos, la incorporación de la educación emocional desde la etapa de Infantil, obligar a los centros a tener un Plan de Prevención del acoso escolar efectivo y promover campañas amplias de sensibilización contra el bullyng.

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Las memorias del bullying en una canción

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