El mundo está pendiente este martes de la imagen que los grandes canales internacionales están de la plaza roja de Moscú para observar cómo va a celebrar Putin el Día de la Victoria. Después de 440 días de la invasión de Ucrania, Rusia celebra su día más simbólico con perfil bajo y con miedo a que se produzcan sabotajes después de los dos drones que explotaron sobre el Kremlin. No es la imagen que esperaba Putin hace más de un año, cuando empezó una guerra que imaginaba que sería más corta pero que continúa. De hecho, Rusia ha cancelado la recepción a los veteranos de la II Guerra Mundial y la marcha ciudadana. El desfile militar del Día de la Victoria se ha celebrado este martes en la plaza Roja de Moscú con la presencia del presidente ruso, Vladímir Putin, y varios líderes de repúblicas postsoviéticas, rodeados de estrictas medidas de seguridad por miedo a actos de sabotaje ucranianos. El acto ha sido presidido por Putin, quien se ha dirigido como es tradición a las tropas que participan en la parada, entre las que figuran unidades que combaten en Ucrania en el marco de la actual campaña militar que comenzó en febrero de 2022. «Han olvidado quién derrotó a los nazis», ha dicho en un reproche a Occidente. A falta de mandatarios occidentales y de otros jefes de Estado de renombre, entre los invitados figuran los líderes de Bielorrusia, principal aliado de Rusia en la actual contienda, Armenia y las centroasiáticas Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán. El Kremlin ha admitido que las autoridades han decidido cancelar varios actos públicos relacionados con el 78 aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi, como la marcha conocida como el Regimiento Inmortal, debido a lo que llamó actos terroristas por parte de Kiev. “Se toman todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad, más aún cuando hablamos de la presencia de invitados extranjeros y del jefe del Estado”, dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. En una decisión sin precedentes, la plaza Roja fue cerrada por espacio de dos semanas, incluso antes del ataque con drones perpetrado la pasada semana contra el Kremlin, del que Moscú culpó a Kiev. Además, por ese mismo motivo más de una veintena de ciudades de la parte europea de Rusia, incluida la anexionada península de Crimea, cancelaron la parada, que sí se celebró en la principales ciudades de los Urales y Siberia. En el último acto de sabotaje en la retaguardia rusa, un conocido escritor que apoyó activamente desde 2014 la sublevación prorrusa en el Donbás, Zajar Prilepin, resultó herido de gravedad después de sufrir un atentado con coche bomba, en el que murió su ayudante. Pese a las hostilidades, Putin felicitó por el Día de la Victoria al pueblo ucraniano, pero no a su presidente, Volodímir Zelenski. En total, según el Ministerio de Defensa, por el empedrado de la plaza Roja desfilarán más de 10.000 soldados y 125 tipos de equipos militares, incluido los tanques T-90, T-72 y T-14, además de piezas de artillería, baterías antiaéreas y misiles de crucero. La parada militar se celebra sin victorias en el campo de batalla ucraniano, donde los mercenarios de Wagner no han podido cumplir su promesa de tomar el bastión de Bajmut, en el Donbás. En la Gran Guerra Patria, el episodio soviético de la contienda mundial, murieron unos 26 millones de ciudadanos de la URSS, de ellos 8 millones de soldados, según cifras oficiales. Mientras, las autoridades rusas han reconocido menos de 6.000 bajas en sus filas en los combates en Ucrania, aunque fuentes independientes hablan de un mínimo de 20.000 muertos en lo que va de «operación militar especial». La primera parada de la victoria se celebró en 1945 tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, aunque no fue hasta 1995 que el Kremlin decidió por ley celebrarla anualmente. Coincidiendo con la celebración rusa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha llegado a Kiev en una visita «simbólica» por coincidir con el Día de Europa y «muy práctica» para «preparar el terreno» con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para el inicio de las negociaciones de adhesión y hablar de la aplicación «estricta» de las sanciones contra Rusia, entre otros asuntos.