El 024, el teléfono de atención contra conductas suicidas, ha atendido cerca de 119.000 llamadas en el primer aniversario de su entrada en funcionamiento. El ministro de Sanidad, José Miñones, ha destacado el «compromiso» del Gobierno con la salud mental durante su visita este martes al centro de llamadas. Durante la visita, Miñones ha agradecido su labor a todo el personal y a Cruz Roja, entidad que gestiona este servicio, y ha insistido en que la salud mental es «una prioridad» para su departamento y el Gobierno. La conducta suicida se convierte en el principal motivo de consulta de los menores en las líneas de ayuda de la Fundación ANAR, que atendieron más de 17.000 casos graves en 2022 por distintos problemas, encabezados por los vinculados a salud mental que superan por primera vez a los casos de violencia. Según el balance de este servicio de ayuda presentado este miércoles, los problemas de salud mental representan ya el 45,1% de los casos atendidos: 17,5% ideación o intento de suicidio, 16,6% otros problemas psicológicos y 9,8% autolesiones; destaca la conducta suicida, que se ha multiplicado por 34,8 en diez años. La violencia es la segunda preocupación de los menores, que suma el 34,7% de las llamadas (9,3% maltrato físico, 7,4% acoso escolar, 6,2% maltrato psicológico, 4,6% agresión sexual y 3% violencia de género). La urgencia de los problemas atendidos es cada vez mayor, más de la mitad de los casos son de urgencia alta -52,7%-, y también su gravedad, que se ha incrementado alcanzando a siete de cada diez casos atendidos. «Se ha duplicado el número de menores en situación grave que hemos ayudado en seis años; estamos hablando de casi 5.000 intervenciones urgentes, eso significa que estamos ante un menor en situación límite, en grave riesgo físico o en desamparo, como una agresión sexual que se acaba de producir, un menor fugado en medio de la noche o ante un intento de suicidio ya iniciado», ha explicado Benjamín Ballesteros, director técnico de Programas de la Fundación ANAR. Durante el año 2022, la Fundación ANAR recibió 217.693 peticiones de ayuda procedentes de toda España y atendió 17.896 casos graves (un 8% más que el año anterior) que han requerido orientación psicológica, jurídica y social. Por primera vez desde que se puso en marcha el teléfono de ayuda a menores en 1994, el bloque de los problemas de salud mental supera al de la violencia y la conducta suicida se convierte en el principal motivo de llamada. «Tan solo en 2022 hemos atendido 7.928 consultas por ideación suicida e intentos de suicidio, ¿qué hubiera pasado si no nos hubieran llamado? En 1.275 de los casos atendidos el menor tenía ya un plan estructurado y le hemos podido salvar la vida», ha señalado Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR, en la presentación del informe. Los problemas de salud mental crecen de manera significativa, sobre todo la conducta suicida, que en la última década se ha multiplicado por 34,8 (tasa de crecimiento del 3.376%), seguido de autolesiones, ansiedad, tristeza/depresión y trastornos de la alimentación (estos últimos se incrementan un 291%). «Solo el 20% de los adultos ha sabido detectar los casos de salud mental, no hemos identificado a tiempo las señales ni evitado el sufrimiento de esos niños, ni en las familias protectoras», ha indicado la experta. Los casos de autolesiones, que han pasado de 71 casos en 2012 a 3.243 en el año 2022. «Son un fenómeno íntimamente relacionado con los intentos de suicidio, por su alta probabilidad de desenlace fatal cuando los niños, niñas y adolescentes cambian de procedimiento», ha alertado Ballesteros. También crecen significativamente respecto a 2021 los problemas de baja autoestima (494% respecto al año 2021), obsesiones relacionadas con la autoimagen (440%) y complejos (350%). «La conducta suicida es un auténtico tsunami que no podemos dimensionar aún porque crece cada año, y está directamente relacionado con la soledad, el uso de la tecnología y cómo se está informando sobre la conducta suicida», ha aseverado el director de Programas.